Apostolous Mangouras, capitán del 'Prestige', el petrolero que naufragó frente a las costas de Galicia hace este domingo 20 años, ha lamentado que ante la deriva del buque "el tiempo pasaba y había que tomar decisiones, pero nadie lo hizo".

En unas declaraciones al periódico ABC, en su pueblo natal de Karkinagri, en la isla griega de Icaria, asegura que "fue realmente duro lo que pasó en el barco", y relata los momentos que pasó al frente del petrolero antes del hundimiento y su posterior estancia en prisión.

"Lo que más duro me resultó durante toda la detención y todo el tiempo que pasé en España es que no pude hablar, no pude defenderme. Es algo que aún me pesa y aún me entristece", ha explicado, tras recordar que el caso está aún abierto y sus abogados le han recomendado que no haga declaraciones.

Al desembarcar en la costa lo llevaron a la comisaría de policía y ya pasó la noche en prisión, ha relatado, y al día siguiente pidió que lo llevaran al médico y lo esposaron para ir al hospital. "Esto fue algo que me impresionó tanto que me dejó sin palabras", ha dicho al respecto.

Aunque su intención era pasar la noche allí fue trasladado de nuevo al calabozo, donde estuvo "un tiempo" antes de que le dejaran en libertad pero sin poder salir del país, ya que tenía que presentarse cada cierto tiempo en la comisaría.

De sus días en prisión, apunta que los compañeros fueron siempre "muy amables" con él y que todos los días recibía "decenas de cartas", muchas de ellas de estudiantes que le mandaban ánimos.

Mangouras recuerda especialmente una de una universitaria que le preguntó su talla para enviarle "ropa y zapatos", aparte de que hubo quien le hizo transferencias a su cuenta para pagar la fianza y concentraciones para pedir su libertad, por lo que, en este sentido, se muestra agradecido con el pueblo español, según ABC.