El exministro del Interior, José Barrionuevo, ha levantado una ola de críticas tras reconocer que en 1983 ordenó a un grupo formado por un inspector de Policía y tres geos que secuestraran al etarra Larretxea Goñi, que se encontraba en Francia. "Mandé que detuvieran y se trajeran [a España] al que sabíamos que era el jefe de la operación", afirma el exdirigente socialista, en referencia al secuestro por parte de ETA del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, que fue asesinado semanas después de ser capturado. La confesión de Barrionuevo ha provocado la indignación del Gobierno vasco, conformado por el PNV y el PSE, así como de distintos sectores de la izquierda.

En una entrevista concedida a El País, el exministro del Interior explica que dio la orden de detener a Larretxea Goñi para obtener información sobre el paradero de Martín Barrios. Durante la operación, realizada en suelo francés, la Gendarmería detuvo a los cuatro agentes enviados por el Ministerio del Interior justo cuando introducían a Goñi en el maletero de un coche. Barrionuevo reconoce que se trataba de "guerra sucia" y que era ilegal.

No solo eso. El exministro también admite que fue quien dio la orden de liberal a Segundo Marey, un vendedor de mobiliario de oficinas, al que un grupo de mercenarios contratados por el Ministerio del Interior confundió con el dirigente de ETA Mikel Lujua. "Marey estuvo detenido nueve días por un grupo de la policía española que es verdad que se equivocó, y cuando me entero yo digo que hay que soltarlo", afirma en la entrevista. Sobre si tomó represalias por ese error dice: "Yo no puedo actuar contra los que están disparando desde mi trinchera aunque hagan algún disparo equivocado". Barrionuevo fue condenado a 10 años de cárcel por el Tribunal Supremo justo por este secuestro.

Justificar los hechos

Las críticas no se han hecho esperar. El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha acusado a Barrionuevo de "humillar" a las víctimas de los Grupos Antiterroristas de Liberación. En nombre del Ejecutivo vasco, compuesto por el PNV y el PSE, ha reclamado "reparación, justicia, verdad y solidaridad con todas las víctimas". "La violencia es inaceptable y la violencia de Estado es, además, ilegal e ilegítima", ha sentenciado Zupiria en una entrevista en Radio Euskadi.

Zupiria ha asegurado que este posicionamiento lo comparten los dos socios del Gobierno Vasco, porque la coalición entre ambos se sustenta en "un acuerdo claro sobre la necesidad de recuperar la verdad y la solidaridad con las víctima de ETA, del GAL y de la violencia de Estado, sin equipararlas". "Todos, y cuando digo todos me refiero a todos, deberíamos decir algo sobre estas declaraciones tan graves", ha aseverado.

Igual de duro se ha mostrado el secretario general del PSE, Eneko Andueza, a través de un comunicado publicado en Twitter: "Son unas declaraciones inaceptables, que pretenden justificar hechos muy graves, repugnantes, que van contra la democracia y contra el Estado de Derecho. Son palabras reprochables, porque duelen a las víctimas, son injustas con ellas porque no las tienen en cuenta, las desprecian".

Dar explicaciones

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha criticado que Barrionuevo "reivindique" el terrorismo de Estado "con total impunidad". En este sentido, la formación que lidera ha solicitado que el exministro del Interior acuda al Congreso a comparecer y dar las explicaciones necesaria sobre sus declaraciones . "Además de asumir su participación directa, justifica y respalda acciones de terrorismo de Estado llevadas a cabo por los GAL bajo su mandato como ministro del Interior", denuncia la formación aberzale a través de un comunicado de prensa.

También creen que debe dar cuenta el actual ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para explicar cuál es la posición del Gobierno de coalición ante las palabras de Barrionuevo.