A las 11.35 horas del miércoles, un avión de carga en tierra dedicado a la extinción de incendios partió con un único ocupante, Santiago D. A., un piloto sevillano de 36 años, casado y con dos hijos, desde la base de Doade (Sober, Lugo) con destino a Córdoba. No participaba en ningún operativo contra el fuego, sino que se trataba de un viaje de traslado.

Según la compañía Plysa, propietaria de la aeronave –un monoplaza Thrush 710P, matrícula EC-MXL–, para la que Santiago trabaja desde abril de 2020, el último contacto se produjo a las 12.30 horas. La empresa, una filial de Air Nostrum que presta servicio de prevención y extinción en varios países, informó del incidente “de forma inmediata” a las autoridades y se activó la búsqueda. El amplio operativo se vio limitado ayer por el mal tiempo. Hoy se reanudado a las 8:30 horas de la mañana.

A las 19.30 del miércoles, el 112 alertó a la Guardia Civil de que el Servicio Aéreo de Rescate confirmaba la desaparición del avión. A la altura de Salamanca, las condiciones meteorológicas adversas complicaban el vuelo y el piloto retornó a la base, según la Comandancia de Ourense.

Después se perdió la comunicación y los investigadores tratan de determinar qué ocurrió. Según la última conversación telefónica, se encontraba “a 35 minutos de León”.

Última referencia

La última referencia de la aeronave se sitúa en Piornedo (Castrelo do Val). La Guardia Civil solicitó autorización judicial para tener información del móvil del piloto, cuya última geolocalización remitía, según los repetidores, al área entre Camarzana de Tera y Rionegro del Puente, en ZamoraEn los municipios limítrofes entre Ourense y Zamora se ha enfocado la búsqueda, pero el radio de intervención puede ampliarse.

Colaboración de Portugal

En el antiguo albergue de peregrinos de A Gudiña se estableció un puesto de mando avanzado para organizar el dispositivo. En Sanabria se montó otro. El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, apuntaba como área del posible paradero del avión al “triángulo” entre las provincias de Zamora, Ourense y León. Su homólogo en Ourense, Emilio González, precisaba más tarde que la búsqueda se ha centrado en principio en la frontera entre las dos primeras provincias, “la zona cero”.

Si ahí no se encontraran indicios de la aeronave Thrush, el operativo se desplazará a otras áreas. De hecho, ya se ha solicitado la colaboración de la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal, dada la proximidad de la frontera lusa al posible lugar de la desaparición. “El triángulo es muy extenso, es complicado centrarlo completamente”, manifestaba el subdelegado.

El rastreo se planteó por tierra y por aire, pero el mal tiempo –niebla y lluvia– impidió la actuación de los medios aéreos durante buena parte de la jornada de ayer. Los helicópteros de la Guardia Civil apenas pudieron operar por la mañana y después tuvieron que tomar tierra en Lubián debido a la mala visibilidad desde el aire. La esperanza es que hoy la meteorología acompañe para sumar los medios aéreos e intensificar el rastreo.

La familia del piloto ya está en la zona

Los familiares del piloto –su mujer, su padre y una hermana– se encuentran en la zona a la espera de conocer nuevos datos.