Unidas Podemos quiere que para acceder a un método anticonceptivo definitivo, como una ligadura de trompas o una vasectomía, sólo se exija la voluntad y la mayoría de de edad de la persona, y no se deba tener en cuenta si ya ha tenido descendencia o no. Así lo ha plasmado la formación morada en una de las enmiendas presentadas al proyecto de reforma de la ley del aborto.

Unidas Podemos quiere ir más allá en la modificación de la ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, ya que considera que lo consensuado con su socio de Gobierno se queda corto y ha utilizado las enmiendas para incorporar medidas que quedaron fuera del acuerdo.

Entre sus propuestas, que la ley impida que se limite al derecho al acceso a la ligadura de trompas a determinadas mujeres según su edad y número de hijos, algo "vigente en algunas comunidades autónomas", e incluya estas prestaciones en la cartera de servicios comunes.

También pretenden que con la norma se garantice la financiación pública y dispensación de la vacuna del virus del papiloma humano a la población tanto femenina como masculina "en los tramos de edad correspondientes", tanto para jóvenes como para adultos.

En otra enmienda recogen que la situación especial de incapacidad temporal por embarazo comience en el primer día de la semana 37, y no de la 39.

Violencia obstetricia

Además, tratarán de incorporar la violencia obstétrica en la ley, un punto que supuso una de las mayores renuncias del Ministerio de Igualdad en la negociación con el PSOE y que el Consejo Fiscal recomendó introducir.

La formación morada define la violencia obstétrica como "acción u omisión que cause daño a la salud física o psíquica de las mujeres durante la práctica sanitaria relativa a la atención ginecológica y obstétrica, especialmente la relativa a la atención al embarazo, el parto y el puerperio" y la considera como "una forma de violencia contra las mujeres, una vulneración del derecho al más alto nivel de salud, así como de los derechos sexuales y reproductivos".

Plantea formación en el ámbito ginecoobstétrico para la erradicación de esta violencia y exige a los servicios públicos que garanticen a las mujeres "el acceso y la prestación de servicios de salud libres de cualquier forma de violencia física o psicológica".

Para ello, Unidas Podemos quiere que se destinen esfuerzos especiales a la eliminación de actos no apropiados o no consensuados tales como: episiotomías, cesáreas y otras intervenciones invasivas sin consentimiento, intervenciones dolorosas sin analgesia, la obligación de parir en una determinada posición o la medicalización excesiva e innecesaria que pudiera generar complicaciones graves.

También apuesta por la eliminación de la violencia psicológica y el maltrato verbal durante las prácticas obstétricas, incluidos el lenguaje despectivo, los insultos o el trato humillante y autoritario; por eliminar las separaciones innecesarias de las personas recién nacidas de sus madres o las decisiones "que sustituyan la forma de alimentación elegida para los recién nacidos por sus madres sin consentimiento".

Con el objetivo de la reparación de la violencia, Unidas Podemos pretende que los centros sanitarios cuenten con protocolos de asesoramiento de las víctimas que establezcan cauces para posibles reclamaciones.

En el apartado de interrupción voluntaria del embarazo, la formación política ha presentado una enmienda para evitar que los comités médicos que tienen que dictaminar si se interrumpe una gestación por diagnóstico de riesgo fetal estén integrados por profesionales objetores de conciencia -o que lo hayan sido en los tres años anteriores- y otra para que la mujer pueda recurrir a la vía judicial cuando no esté de acuerdo con la decisión adoptada por el citado comité.

Batería de enmiendas pactadas con el PSOE

Además de las enmiendas registradas por el grupo confederal de Unidas Podemos, la formación morada también ha presentado una batería de enmiendas de la mano del socio de Gobierno.