El diputado de Vox Javier Ortega Smith ha calificado este miércoles de "insignificantes" a los críticos de Vox que deciden darse de baja del partido y los ha invitado a irse "al Partido Popular, a hacer el Camino de Santiago o a hacer meditación".

En declaraciones a los medios tras presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional, Ortega Smith ha reivindicado que cada día se afilian a Vox "cientos" de personas y ha lamentado que algunos estén pendientes de que "uno o dos hayan decidido marcharse".

La última baja fue este martes la de su candidato a la Xunta en 2020, Ricardo Morado, que anunció su renuncia criticando la organización interna y métodos de la dirección. "Para nosotros son insignificantes, y además que lo respetamos, estaban en su derecho cuando vinieron y están en su derecho cuando deciden darse de baja", ha resumido Ortega Smith, secretario de organización del partido hasta la pasada semana, cuando fue relevado por Ignacio Garriga.

"Que uno, dos, diez, cien o 2.000 decidan marcharse están en su derecho, nos encanta. Se pueden ir al PP, a hacer el Camino Santiago o a hacer meditación", ha insistido el candidato de Vox al Ayuntamiento de Madrid en clara alusión a su excompañera Macarena Olona, que decidió hacer el camino compostelano poco después de dejar la política alegando motivos de salud.

Partido unido sin baronías

Ortega Smith ha calificado así de "invención" que Vox atraviese momentos de "división" o "crisis" y ha reivindicado que se trata de un partido "unido, sin baronías, con un discurso político sólido y consolidado y una dirección nacional bajo la presidencia de Abascal indiscutible"; algo que cree que "revienta" y produce "una envidia terrible" al resto de formaciones.

Además, ha subrayado que Vox aprueba sus cuentas anuales y sus estatutos en asambleas generales "democráticas" con un apoyo del 90 por ciento y tanto sus afiliados como cargos están "cohesionados"; algo que ha asegurado que pudo verse en el Viva22 celebrado el pasado fin de semana en Madrid.

Por ello, ha pedido "no elevar a categoría general" lo que ha insistido que son "excepciones". "La inmensa mayoría de dirigentes, afiliados y cargos están felices y encantados con el proyecto y piensan seguir luchando muchos años más. Las puertas están abiertas para muchos otros españoles que vendrán", ha zanjado.