Mientras el Congreso de los Diputados español discutía este miércoles sobre la conveniencia de los impuestos a los beneficios “caídos del cielo” de las energéticas, a la banca o los precios de la energía, la presidenta de la Comisión Europea presentaba una propuesta legislativa para limitar los ingresos excesivos de las compañías eléctricas. “En los tiempos en que vivimos, no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores”, ha dicho Ursula von der Leyen durante su discurso del Estado de la UE ante el Parlamento Europeo.

¿Qué asuntos pendientes tiene España en Bruselas? Abarcan, según los tres eurodiputados consultados por este diario, desde el reparto de los migrantes irregulares a los acuerdos comerciales con América Latina, pasando por las leyes de la industria alimentaria, entre otros.

En muchos aspectos, España es la UE y la UE es España. Quedó claro el pasado 10 de junio. Entonces, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, llevó personalmente a Bruselas la “patata caliente” de las represalias a los exportadores españoles anunciadas por Argelia. Es la comercial una política transferida y es un acuerdo con la Unión lo que estaba violando Argel al poner trabas como venganza por el giro de Madrid respecto al Sáhara Occidental

Ese asunto está aún por resolver. Bruselas, si está haciendo algo para presionar a Argelia, desde luego no está dejando rastro público. No se han invocado los mecanismos de resolución del acuerdo violados. España, de momento, sigue enviando las incidencias que los empresarios comerciales van encontrando por el camino.

Pero no es la única “carpeta” de especial interés comercial para España que está por resolver. “Presentaré para su ratificación los acuerdos con Chile, México y Nueva Zelanda”, ha dicho en su discurso Von der Leyen.

Otro, el acuerdo Unión Europea - Mercosur, está aún por ratificar. Fue firmado en 2019 por los 27 y esa zona comercial fundada por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, a la que hay otros países asociados. La UE se abría a la importación de productos latinoamericanos, sobre todo agropecuarios, a cambio de que estos países se abrieran a los productos industriales (algunos lo llamaron despectivamente el acuerdo “coches por vacas”). Si se consuma, tendrá un gran impacto en las empresas de importación y exportación españolas, muy ligadas a las latinoamericanas.

El asunto de la migración es uno de los más delicados, especialmente para los países del sur, como España, Grecia o Italia. Hubo un reglamento común, aprobado por Jean-Claude Juncker, para evitar que el asunto fuera una carga sólo para los países de entrada, explica a El Periódico de España el eurodiputado socialista Jonás Fernández. De momento, no hay solución a la vista. “Es un problema grave y el reglamento de Juncker para el reparto no se está aplicando. La Comisión anunció un nuevo paquete migratorio en manos del vicepresidente conservador Margaritis Schinás, pero no parece que haya nada, más allá de la activación de emergencia para la entrada de los refugiados ucranianos”, apunta. 

España va a tratar de que se cree un sistema efectivo de reparto de migrantes y refugiados, tal y como adelantó este diario. Se basará en un documento ('non-paper') ya acordado con Italia, Malta y Grecia, según fuentes del Gobierno. Cuotas de reparto que, de momento, no se cumplen

De la granja a la mesa

La directiva llamada 'De la granja a la mesa' está paralizada también por el momento. Es la estrategia de la UE para transformar la forma de producir y de consumir alimentos en el viejo continente de tal forma que se reduzca la huella medioambiental (un tercio de las emisiones naturales de gases de efecto invernadero proceden de los sistemas alimentarios) y para reducir el precio y aumentar la calidad de la alimentación (la mitad de los europeos padece sobrepeso, según datos de la Unión). 

“Con la guerra de Ucrania y la escasez de grano, esta estrategia ha quedado en suspenso, no sabemos si para siempre porque hay muchas presiones”, explica a El Periódico de España Miguel Urban, cofundador de Podemos y ahora europarlamentario por el grupo La Izquierda. “Afecta a España porque toca los requisitos de los fondos de la PAC y el modelo de cultivo (las partes que deben ser de cultivo ecológico, la tierra en barbecho, los bosques, etc)”.

Suspendido igualmente está el Pacto de Estabilidad Presupuestario, el marco que, en principio, debe definir todos los presupuestos generales, incluido el español. Primero por la pandemia de covid y luego por la invasión de Ucrania y la guerra energética emprendida por Vladímir Putin contra la UE.

“Las reglas fiscales están sin revisar. Seguimos con una ‘cláusula de escape’ para no aplicar el pacto de estabilidad desde hace dos años”, argumenta Jonás Fernández. “La Comisión anunció en octubre que iba a publicar una actualización de esas reglas (ya que las actuales no se pueden cumplir), para poder elaborar los presupuestos ya de 2024; de momento no ha sido así y deberíamos tenerlas”. 

El tema de la interconexión energética está en principio sobre la mesa de la Comisión, pero ahora se teme que acabe en el cajón, después de que la UE siguiera los pasos de Francia y rechazara a principios de este mes financiar el gasoducto Midcat que, desde España, atravesara el país galo para abastecer a Europa de gas. “No es un proyecto de interés común", sentenció la Comisión.

“Todo lo que afecta a Europa, afecta a España; y viceversa”, dice por escrito a este diario la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Monserrat. “La UE fue capaz de reaccionar a la pandemia con unos fondos europeos históricos para superar la crisis económica y social provocada por el covid, y el logro de vacunas en tiempo récord. Los fondos todavía no han llegado a la economía real, porque Pedro Sánchez llega tarde”, esgrime. Resalta la popular la defensa de los valores comunes a todos los europeos, incluidos los españoles, que está dirigiéndose desde Bruselas. “La UE también se plantó ante Putin con una clara advertencia de cortar la dependencia de la energía que viene de Rusia y con un apoyo masivo humanitario, económico y militar a nuestros vecinos ucranianos. La causa de Ucrania y su libertad es hoy la causa de Europa. Son nuestros valores europeos los que están amenazados”.

De la misma manera, apunta, está la UE reaccionando ante la inflación con ayudas a las pymes y solicitud de reducción de burocracia para ayudarlas a paliar los efectos de la crisis económica. Y pone el foco en la construcción de la Europa de la Salud atendiendo a todas las enfermedades, “sin dejar de lado las que afectan a la salud mental que han aumentado con la pandemia, o potenciar el liderazgo geopolítico de Europa en el mundo frente a China y Rusia, que siguen aún fuertes”.