El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abogado este jueves por conseguir que España se convierta en una "locomotora" en la Unión Europea e incluso a nivel mundial, para impulsar la transición energética.

Sánchez ha expuesto ese objetivo en la inauguración, junto al presidente del BBVA, Carlos Torres, del II Foro sobre Sostenibilidad organizado por esta entidad bancaria.

Ante ese foro ha defendido las medidas que está poniendo en marcha su Ejecutivo para ayudar a los ciudadanos por la crisis energética.

No se ha referido en concreto a algunas de ellas como el impuesto especial a entidades financieras y empresas eléctricas pero sí ha apostado de forma general por una transición "justa".

Ha explicado que su Gobierno está impulsando un plan de país para una década para convertir la transformación del modelo energético en una oportunidad para reindustrilizar y crear empleo.

"Es una propuesta llena de ambición que tenemos ganas de liderar (...) El objetivo es hacer de España una de las locomotoras a nivel europeo, y por qué no a nivel global, en este ámbito", ha recalcado.

Sánchez ha subrayado que en la actualidad la sostenibilidad es un elemento central del debate publico y privado, aunque ha advertido de que hay "grupos de resistencia" que intentan relegarla a un terreno especulativo.

"No tenemos que ser ingenuos. Ninguna postura negacionista se debe ya a la ignorancia después de la apabullante evidencia científica", ha añadido antes de explicar que quienes actúan de esa forma lo hacen sólo para defender "unos intereses particulares de un 'status quo' poderoso pero caduco".

El presidente del Gobierno ha reiterado la necesidad de no relajar la lucha contra el cambio climático en un momento difícil como el actual debido a las consecuencias de la guerra en Ucrania.

"La inflación remitirá, pero la emergencia climática puede tener efectos irreversibles", ha advertido antes de pedir "no apagar un fuego avivando el otro".

Tras instar a apostar por energías de las que dispone España como la eólica o la solar, ha insistido en la idea de hacer del país una gran potencia exportadora de energía, y para ello, ha abogado por convertir la política energética en una política de Estado que trascienda los gobiernos y que cuente con el apoyo del sector privado.

Sánchez se ha referido a los pasos que está dando Europa para reformar el mercado eléctrico asumiendo postulados de España y ha justificado su empeño en avanzar en las interconexiones aunque ha reconocido que Francia no apoya el gasoducto MidCat.

Pese a los avances en materia de sostenibilidad, ha llamado la atención sobre el hecho de que sólo un 14% de las empresas que cotizan en bolsa tienen planes de emisiones cero para 2050, algo que ha dicho que queda lejos de países del entorno.

Por ello ha considerado que aún queda mucho por hacer y que el sector privado es fundamental para conseguir los objetivos.