La familia Sumarroca ha presentado esta tarde una querella ante el Tribunal Supremo contra el exministro Jorge Fernández Díaz, el comisario jubilado José Manuel Villarejo, cargos del Ministerio del Interior, la exdirigente del PP María Dolores de Cospedal y la exlíder conservadora en Catalunya Alicia Sánchez Camacho por la 'Operación Catalunya'. Según la querella a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, diario del grupo Prensa Ibérica al que también pertenece este periódico, estos empresarios catalanes vinculados con Jordi Pujol y CDC (Carles Sumarroca Coixet fue uno de sus fundadores) atribuyen a esta trama los presuntos delitos de organización criminal, falsedad, detenciones ilegales, malversación de fondos, entre otros. La querella se presenta ante el alto tribunal dada la condición actual de senadora de Sánchez Camacho.

La querella relata que en los últimos meses han aparecido publicaciones en los medios de comunicación que exponen cómo, a partir del año 2012 y en años posteriores, coincidiendo con el auge del movimiento independentista catalán, mandos del Cuerpo Nacional de Policía, miembros del Gobierno del PP, dirigentes de este partido e, incluso, medios de comunicación se concertaron para elaborar un plan contra personas vinculadas al secesionismo.

La estrategia

La estrategia, agrega el escrito, consistía, fundamentalmente, en obtener información o confeccionar pruebas falsas que sirvieran para intimidar, investigar, perjudicar y desprestigiar a personas que, de una u otra manera, fuera cierto o no, se consideraban cercanas al independentismo, ya fueran cargos políticos, personajes públicos, líderes sociales o empresarios. La querella firmada por Jordi Pina sostiene que, según las noticias aparecidas, entre esas personas se encuentran miembros de la familia Sumarroca.

El origen de la trama, según la querella, se sitúa en la reunión acaecida el 6 de noviembre de 2012 entre el comisario José Manuel Villarejo y la entonces presidenta del Partido Popular catalán, Alicia Sánchez-Camacho, en el domicilio de esta última. A lo largo de dicho encuentro, del que se han publicado por la prensa digital diversos fragmentos sonoros grabados por el propio expolicía, la dirigente conservadora facilitó al comisario una auténtica "lista negra" de personas que, a su juicio, debían ser investigadas y perseguidas policialmente por su presunta relación con el independentismo. En esta relación aparecía la familia Sumarroca.

En este sentido, la querella destaca que al poco tiempo de ese encuentro "clandestino" se "materializaron" las pretensiones de los interlocutores al iniciarse procesos penales que, como si se tratara de "inquisitio generalis", se dirigieron contra los miembros de la familia Sumarroca, entre otros. El abogado sostiene que se les investigaba no por haber tenido una noticia sobre la presunta comisión de un delito, sino por su vinculación, amistad y relación con la familia de Jordi Pujol.