En plena celebración del Orgullo, cuando más se reivindica al colectivo LGTBI que sufre, como sucede con las mujeres, una discriminación histórica, unas declaraciones del responsable del PSOE en este área contra Carmen Calvo, generaron un incendio mayúsculo en el partido. Tan ardiente que evidenció que, en la guerra abierta en la organización por la ley trans, quedan aún algunas brasas. El conflicto no fue sólo con Unidas Podemos dentro del Gobierno, donde la exvicepresidenta y la ministra de Igualdad, Irene Montero, se enfrentaron por la regulación de la autodeterminación de género. Se vivió también de puertas adentro. Y, lo que ha puesto de manifiesto la polémica de las últimas horas, es que aunque se intentó saldar en el congreso del PSOE de octubre pasado, no está del todo resuelto.

En el PSOE sigue abierta una pugna entre el feminismo y el colectivo LGTBI que ninguno de estos bloques ha tenido reparos en esconder. El secretario de LGTBI en la dirección socialista, Víctor Gutiérrez, hizo el jueves unas declaraciones, en unas jornadas de la UGT, en las que vinculó la salida de Calvo del Gobierno con su postura en contra de la ley trans que, con ella fuera del Ejecutivo, fue definitivamente aprobada en el Consejo de Ministros y remitida recientemente a la Cámara Baja. Gutiérrez dijo ser consciente de que "hay muchas voces en el PSOE que hacen daño" pero defendió que se dio un "volantazo" en el congreso del PSOE, en el que precisamente triunfaron las tesis contrarias al feminismo histórico, representado por Calvo, y favorables a la ley trans.

Las diferencias sobre este proyecto, apuntó, es lo que llevó "a apartar de la primerísima línea política a ciertas voces que han hecho mucho daño y que tenían posicionamientos contrarios a esta ley""El PSOE ha tenido un traspié pequeño que ha sabido rectificar", manifestó el secretario de LGTBI de la Ejecutiva. Aunque no citaba a la exvicepresidenta de manera explícita, todo el mundo entendió que aludía a ella.

La propia Carmen Calvo le contestó este viernes a través de Twitter. "De traspiés en traspiés.... y así sucesivamente", criticó en sus redes la exministra de Presidencia. Fuentes del entorno de Calvo sostienen que Gutiérrez "ha agredido gratuitamente a todas (las feministas) y pone al partido en un lugar poco razonable". A partir de ese momento comenzaron a llover pronunciamientos de cargos socialistas a favor de uno u otro. Hasta que a última hora Víctor Gutiérrez se vio obligado a rectificar.

Las disculpas avalan la grieta

Pero su petición de disculpas certificó aún más la tensión dentro del PSOE entre el feminismo y el colectivo LGTBI. "Lamento mucho si con mis declaraciones pude ofender a algún compañero o compañera". "Mi intención no era menospreciar el trabajo de nadie, sino reforzar la posición del partido y situarlo donde siempre ha estado: al lado del colectivo LGTBI y de sus derechos", aseguró. "La lucha del colectivo y sus conquistas no hubiesen sido posibles sin el movimiento feminista. Gracias al feminismo transformador e integrador, el colectivo LGTBI ha logrado avanzar. Y así seguirá siendo. En mí SIEMPRE tendréis un aliado".

El mismo Víctor Gutiérrez validó la existencia de dos sectores distintos dentro del partido, que no se relacionan con fluidez, con sus integrantes completamente identificados. La rectificación de Gutiérrez estaba prácticamente cantada. Por la inoportunidad del momento, en medio de la celebración del Orgullo, y porque su exceso verbal dio por buena una de las razones que, para algunos en el PSOE, contribuyó a la defenestración de Calvo: sus constantes tiras y aflojas con Unidas Podemos en los temas de Igualdad, cuya competencia tenía el ala morada del Gobierno. Pero, las horas que pasaron mientras tanto, hicieron visible la grieta que aún separa a los socialistas en el reconocimiento de la autodeterminación de género.

Dos bandos distintos

Dirigentes como Laura Berja, portavoz de Igualdad en el Congreso, o Andrea Fernández, también diputada y responsable del área de Igualdad en el PSOE, salieron en tromba a defender a la ex vicepresidenta. "El PSOE se sostiene sobre cientos de manos que se entrelazan y suceden con el objetivo de trabajar por valores tan elevados como la igualdad o la justicia social. Es un privilegio haber recibido el testigo de la Secretaría de Igualdad de una socialista como Carmen Calvo", aseguró Fernández. "Porque fuisteis somos. Es un honor trabajar con Calvo como compañera feminista y socialista y presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso", sostuvo Berja.

Estos pronunciamientos generaron a su vez reacciones de respaldo a Víctor Gutiérrez. Entre ellas la del jefe de gabinete de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. Javier Aunión aplaudió públicamente al responsable de LGTBI del partido: "Gracias por todo lo que estás haciendo por el colectivo LGTB". También lo hizo el jefe de prensa del grupo socialista en el Congreso, Marco Aracama: "El PSOE ha sido, es y será el partido de la defensa de los derechos del colectivo LGTBI. Gracias por trabajar por aquellos que aún sufren discriminación en nuestro país y tortura por todo el mundo" .

Derrota del feminismo histórico

En el congreso de octubre las feministas del PSOE lograron sacar adelante su apuesta por la abolición de la prostitución, pero cosecharon una derrota en sus intentos de corregir la llamada ley trans. Esta batalla la ganó Podemos en el Gobierno. Y el colectivo LGTBI en el partido. El proyecto del ministerio de Irene Montero contemplaba el cambio de género sin más requisitos que acudir al Registro Civil. Calvo, que lideró la oposición a esta norma, sólo consiguió corregirla para que el proceso incluyera una primera solicitud, que debe confirmarse tres meses después, y la obligación de que para revertir el cambio civil de sexo se deba acudir a los tribunales.

Aunque el denominado feminismo histórico del PSOE había presentado enmiendas para ampliar los requisitos en la autodeterminación de género y contra la ley trans, que denominan "de Podemos", el partido no se hizo eco de sus reclamaciones y dio todo su aval a la legislación aprobada por el Gobierno. El texto final de la ponencia incluyó que "hacemos nuestras las reivindicaciones del colectivo trans con esta nueva legislación". La llama de un debate que parecía apagado no se ha extinguido.