El secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, ha confirmado que Susana Díaz seguirá siendo senadora por la comunidad autónoma y permanecerá en la Cámara Alta. No había dudas de que Díaz iba a continuar, al menos así lo habían expresado fuentes próximas tanto a Espadas como a la expresidenta de la Junta, pero la confirmación ya es pública por parte del líder socialista en una entrevista en Canal Sur Radio. El pacto alcanzado entre ambos tras la derrota de Díaz en las primarias de hace un año pasaba por su continuidad como senadora tras las elecciones autonómicas. “Continuará. No hay problemas entre ambos”, confirman desde la dirección del PSOE andaluz.

Espadas y Díaz mantuvieron este miércoles una larga charla en solitario en el Senado, donde ambos tienen acta por designación del Parlamento andaluz. La conversación, confirman fuentes próximas a los interlocutores, fue “cordial” y pudieron compartir sus impresiones sobre la derrota en las últimas elecciones autonómicas. Díaz ha comentado públicamente que le “duele” su partido y su tierra pero ha evitado más comentarios. La exdirigente del partido ha sido borrada de toda la campaña andaluza. Solo dos personas la mencionaron, el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Los ‘susanistas’ lamentan que no se les haya dado ningún papel ni se haya contado con ellos. La dirección del PSOE andaluz insiste en que cada uno ha hecho lo que ha querido y que lo importante es “la unidad” del partido.

Los afines a Díaz, orillados en el partido tras las primarias que perdieron con un 40% de los votos en junio del año pasado, tampoco han hecho sangre en público. Otra cosa son los análisis en privado. Salvo algunos comentarios en redes sociales, llamando a la reflexión sobre el hundimiento en votos, no ha habido críticas ni comparecencias con ánimo de venganza entre quienes fueron primeras figuras de Susana Díaz. De hecho, los perdedores de aquellas primarias aseguran que no hay nadie agazapado para dar el salto o pedir dimisiones por el fracaso del 19 de junio. “Todos sabemos que lo importante ahora son las municipales, a nadie se le va a ocurrir eso”, señalan desde quienes constituyeron el núcleo duro de la exlíder socialista.

'Susanismo', célula durmiente

Los susanistas fueron apartados de las listas electorales al Parlamento y su fuerza ha quedado diluida en el partido. Son una célula durmiente que nadie quiere activar. Por eso en el equipo de Espadas nunca han ni siquiera planteado que Díaz fuera a quedar sin cargo tras estas autonómicas. “Ese escenario no se ha barajado. El acuerdo era que ella fuera senadora y así será”, aseguran fuentes próximas a Espadas. En las listas sí permanecieron nombres como el de Verónica Pérez, que fue mano derecha de Díaz y secretaria general del PSOE en Sevilla, pero iba en el puesto sexto de la candidatura y, contra pronóstico, no tendrá sitio en la Cámara andaluza. La goleada del PP al PSOE en la provincia de Sevilla por primera vez en la historia dejó a Pérez sin escaño.

La dirección del PSOE-A no cree que la derrota haya sido consecuencia de la desmovilización de una parte del partido ni acusa a los afines a Díaz de haber boicoteado la campaña. Sí consideran que el partido estaba en baja forma por los dos años de pandemia y la falta de músculo. Sí que hay críticas a la débil oposición que hizo la expresidenta de la Junta al Gobierno de Juan Manuel Moreno. Aseguran que durante dos años y medio el PSOE-A estuvo dedicado a la supervivencia de Díaz más que a erosionar al Gobierno de las derechas en Andalucía. Si en diciembre de 2018 el PSOE andaluz perdió más de 400.000 votos y firmó el peor resultado, con 33 escaños, en unas autonómicas, en junio de 2022, ese suelo se ha horadado, con la pérdida de 127.182 votos más, la caída por debajo de la barrera psicológica del millón de votos (883.707) y con la pérdida de tres diputados, cayendo a 30.

El candidato socialista ha peleado este año para unir al partido tras una dura guerra interna entre ‘susanistas’ y ‘sanchistas’ que se alargó en Andalucía mucho más allá de las primarias que dieron el poder del PSOE a Pedro Sánchez. Susana Díaz se replegó en la Junta de Andalucía e incluso después de salir del Gobierno andaluz tras las elecciones de diciembre de 2018 se mantuvo dos años hasta que Ferraz movió ficha e impulsó a Espadas, entonces alcalde de Sevilla, como rival en unas primarias. Desde la dirección federal se amparó entonces que se empujara para un adelanto de la designación del futuro candidato a la Junta, convencidos de que habría un adelanto electoral en Andalucía, como ha sido. Espadas ganó ser cartel electoral y luego la secretaria general del partido. El congreso regional del PSOE andaluz confirmó que Sánchez y la dirección federal volvían a tener plaza en mando tras años sin controlar el partido en una de sus federaciones más importantes, Andalucía, donde el partido ha firmado ahora una severa derrota.

El pasado julio el ganador de las primarias en Andalucía ofreció a la expresidenta de la Junta un puesto en el Senado. Díaz había amagado con quedarse como diputada rasa en el Parlamento andaluz pero esa era una fórmula inviable para los ganadores, que querían la renovación del partido y veían un obstáculo que ella siguiera en Andalucía. La designación de senadora por la comunidad autónoma seguirá en el pleno previsto para finales de julio (27 y 28). Espadas es ahora mismo también senador por la comunidad pero no está previsto que continúe en ese puesto, al que accedió tras dejar la alcaldía de Sevilla, y se dedicará en exclusividad a liderar la oposición en Andalucía.