La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha ensalzado este lunes la "misión de paz" de las Fuerzas Armadas españolas en la frontera este de la OTAN con Rusia. Y, en concreto, la labor del Ejército del Aire en Lituania vigilando el cielo báltico de la intrusión de aviones rusos que se acercan a su espacio aéreo sin cumplir con las normas internacionales de vuelo.

Lituania comparte frontera con Bielorrusia y con el enclave ruso de Kaliningrado y el tráfico de aviones rusos por su territorio es constante. La mayoría de ellos vuelan identificados y cumpliendo los criterios internacionales, pero cuando no lo hacen, es misión de los 'cazas' españoles salir a su encuentro para disuadirles de entrar en su espacio aéreo.

En concreto, el Ejército del Aire ha realizado ya una docena de misiones reales --'Alpha Scramble'-- de interceptación. Todas ellas protagonizadas por entre una y cuatro aeronaves rusas, según ha detallado el teniente coronel David Soto, al mando de la misión española.

La última de las salidas ha tenido lugar este mismo lunes poco antes de la llegada de la ministra. Estas 'sorpresas' rusas son ya habituales durante las visitas oficiales. Sucedió en un viaje de Robles a una misión similar de policía aérea en Bulgaria el pasado mes de febrero y también en la misma base de Lituania el pasado verano en plena visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que incluso tuvo que interrumpir una rueda de prensa con su homólogo lituano para permitir la salida de los bombarderos españoles.

En la base de Siauliai hay desplegados 140 efectivos del Ejército del Aire con ocho aviones F-18, el mayor despliegue español desde su participación en misiones similares de policía aérea. Seis de las aeronaves están transmitidas a mando de la OTAN y las otras dos garantizan el mantenimiento.

España, al mando de la operación, comparte misión con la República Checa, que aporta cinco cazas Gripen. Y también realiza ejercicios conjuntos con las fuerzas aéreas de Francia y de Bélgica desplegadas en la base de Amari, en Estonia.

Desde que se inició el despliegue el pasado 1 de abril, los aviones españoles han realizado más de 200 salidas y superado las 380 horas de vuelo. Solo doce de ellas han sido para interceptar aviones sin identificar y el resto han consistido en operaciones de disuasión en la frontera, ejercicios o misiones de integración.

Cuando los 'cazas' españoles interceptan vuelos rusos, muchos de ellos responden de forma amistosa, ha explicado el teniente coronel Soto. Otros, sin embargo, realizan maniobras de provocación, aunque sin ser nunca agresivos, ha puntualizado.

Robles ha agradecido el "esfuerzo" de las Fuerzas Armadas dentro y fuera de España, sobre todo en el actual contexto de invasión de Ucrania. "Es una misión de paz, las Fuerzas Armadas trabajan siempre por y para la paz", ha subrayado la ministra.

En este sentido, ha insistido en que España es un aliado "serio y fiable" para sus aliados internacionales y sus militares están "a la vanguardia" y "comprometidos". "Vuestra eficacia y eficiencia es prestigio para las Fuerzas Armadas y ayuda a las relaciones de alto nivel", ha compartido el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el almirante general Teodoro López Calderón.

Policía aérea desde 2004

Las misiones de policía aérea se realizan desde el año 2004, cuando Estonia, Letonia y Lituania, sin una Fuerza Aérea con capacidad propia suficiente de vigilancia y defensa, se unieron a la OTAN. Esta labor se reforzó en el año 2014 tras la invasión de la península de Crimea, cuando la Alianza decidió reforzar también la zona sur (Rumanía y Bulgaria).

La misión de los aviones 'aliados' en estas operaciones es disuasoria a través de la interceptación e identificación de cualquier aeronave que sobrevuele su espacio aéreo sin identificar o sin haber presentado un plan de vuelo.