El Gobierno continúa poniéndose de perfil, puertas para fuera, en todo a lo que atañe a la vuelta del rey emérito a España, que podría ser inminente, para este mismo fin de semana. Sigue afirmando que esta es una cuestión que afecta exclusivamente a Juan Carlos I y a su hijo, en la que la Moncloa no se mete. Ahora bien, sí que considera que el exjefe del Estado debe dar explicaciones a la ciudadanía por todo lo ocurrido, por las investigaciones que abrió la Fiscalía y que tuvo que cerrar al considerar que sobre él pesaba la inviolabilidad o los presuntos delitos estaban prescritos.

Sin embargo, hasta última exigencia quedaba este martes algo diluida por boca del propio Ejecutivo. Los periodistas preguntaron a la portavoz del Gobierno durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y ella primero esquivó la cuestión. Tras inquirirle de nuevo, Isabel Rodríguez aseguró que "las consideraciones" que había hecho el presidente, Pedro Sánchez, "tienen la misma vigencia hoy que ayer". La ministra ni siquiera mencionó explícitamente esa petición de explicaciones por la que se le había interrogado, pero al menos dejó claro que el Ejecutivo no se echaba atrás respecto a lo afirmado por Sánchez.

Fue el propio líder socialista quien, el pasado 14 de octubre, en una entrevista en La Sexta, demandó explicaciones al emérito: "Sería conveniente que el rey Juan Carlos dijera cuál es su opinión sobre todos estos hechos que, efectivamente, cuando yo los conocí, califiqué de informaciones perturbadoras y que al final socavan la confianza del pueblo español en las instituciones. Es muy contraproducente hasta incluso para aquellas cosas buenas que hizo él durante su reinado". El pasado marzo, después de que trascendiera la carta que el exjefe del Estado había mandado a su hijo, y en la que le informaba de que viviría de manera "estable" y "permanente" en Abu Dabi, aunque vendría a España con frecuencia, Sánchez insistió: "Lo que no es de recibo son las informaciones que hemos conocido en este tiempo, que son decepcionantes. Creemos que debe una explicación a los españoles".

El Ejecutivo no va a pronunciarse de la vuelta del emérito porque es una decisión suya y que "atañe exclusivamente a la Casa Real", y "por supuesto" la respeta

Esas "consideraciones" del presidente son las que hoy tienen "vigencia", según manifestó este martes la portavoz del Gabinete de coalición. Pero en todo lo demás, la Moncloa mira a la Zarzuela y al propio exmonarca. Su decisión de regresar a España, en los próximos días, "no compete al Gobierno, es del rey emérito". "No nos compete pronunciarnos al respecto, es la Casa Real quien ha de hacerlo en su caso", señaló, si bien la Corona no ha confirmado ese viaje privado de Juan Carlos I. Ha sido su círculo cercano y el alcalde de Sanxenxo los que han ratificado que estará en Galicia en los próximos días para las regatas que se celebran en la localidad.

El Gobierno tampoco quiere pronunciarse sobre si puso pegas a que el exjefe del Estado pernoctara en la Zarzuela, residencia oficial del Rey. El Ejecutivo no va a hablar de este asunto "porque es una decisión que atañe exclusivamente a la Casa Real", y "por supuesto" la respeta. Cuando se le preguntó en qué medida el Gabinete de coalición ha participado en el dispositivo de retorno del emérito, como por ejemplo en cuestiones de seguridad, Rodríguez se enrocó: la decisión es "personal" de Juan Carlos, y sus relaciones las tiene con la Casa Real. Y por "respeto" a las relaciones institucionales que tiene el Gobierno con Felipe VI, no va a hacer "ninguna consideración" acerca de una "cuestión que nada tiene que ver" con el Ejecutivo.

"Ese es el camino, la senda"

La portavoz sí subrayó el "ejercicio de transparencia y ejemplaridad" del actual monarca, que publicitó su patrimonio el mes pasado, paso que dio el Ejecutivo en paralelo al aprobar un real decreto de reestructuración de la Corona, y por la que esta se someterá a la fiscalización del Tribunal de Cuentas. "Ese es el camino, esa es la senda", insistió.

Este miércoles la Zarzuela detallará cómo será esta primera visita de Juan Carlos I y aclarará en qué momento y en qué formato se verá con su hijo

La Casa del Rey siguió este martes tirando balones fuera, sin querer informar de qué día concreto volverá el emérito. Fuentes conocedoras de la organización de este viaje aseguraron a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA que este miércoles la Zarzuela detallará cómo será esta primera visita de Juan Carlos I y aclarará en qué momento y en qué formato se verá con su hijo, Felipe VI. Ese encuentro, después de casi dos años sin verse, tendrá lugar en la sede de la Jefatura del Estado, donde el el exjefe del Estado residió 57 años de su vida, desde febrero de 1963 hasta agosto de 2020, cuando se fue a vivir a Emiratos Árabes Unidos. 

El emérito ya hizo saber el lunes, a través del periodista Fernando Ónega, que fue director de prensa de Adolfo Suárez, que asistirá el fin de semana a la regata de la Copa de España de vela que se celebra en el puerto de Sanxenxo (Pontevedra) y en la que participa su barco, el ‘Bribón’. Pero esa competición empezará el viernes a mediodía, así que podría acudir a ese municipio gallego ese día.

Juan Carlos I aseguró en la carta que le escribió en marzo a su hijo que, en sus viajes a España, se alojará en residencias “de carácter privado” para seguir “disfrutando de la mayor privacidad posible”, así que cabe esperar que se quede en casas de familiares o amigos en las ciudades que visite.

Sin novedades

El otro asunto político candente encima de la mesa del Consejo de Ministros de este martes es la futura reunión de Sánchez con Pere Aragonès por el 'caso Pegasus'. No hay novedades, vino a decir la ministra. La cita está pendiente de que los dos presidentes cuadren sus agendas, y según la Moncloa no hay obstáculos para que se pueda celebrar ni tropiezos entre los dos gabinetes. Lo cierto es que ya han pasado once días desde que el líder socialista emplazara al jefe del Govern a una entrevista bilateral para abordar el espionaje a dirigentes y activistas independentistas y no hay aún fecha. Ni una aproximación, aunque el compromiso de la Moncloa se mantiene.

Este martes y miércoles el presidente está volcado en la visita de Estado del emir de Catar, y la próxima semana asiste a Davos y comparece el jueves en el Congreso por Pegasus

La portavoz recordó que Sánchez y Aragonès hablaron telefónicamente este lunes por la tarde tras el accidente ferroviario en Sant Boi de Llobregat, y este era un asunto de "absoluta gravedad", lo suficientemente trascendente como para que ambos solo abordaran esta cuestión durante su conversación.

Fuentes de la Moncloa indicaron posteriormente que no hay problemas y que se ha probado que el diálogo es la única vía para resolver los conflictos, y que la interlocución con la Generalitat se ha mantenido en todo momento. Pero fueron incapaces de precisar si la reunión puede producirse esta semana —solo podría ser a partir del jueves, ya que este martes y miércoles tiene lugar la visita de Estado del emir de Catar, y mañana Sánchez lo recibe en la Moncloa— o la próxima. Tampoco detallaron si podría ser la cita antes o después de la comparecencia en el Congreso por Pegasus que él tiene fijada para el jueves 26 de mayo, tras su asistencia al Foro de Davos. Todo esto apunta a que la entrevista no será inminente, ya que el 30 y 31 de mayo Sánchez viaja a la cumbre informal de la UE en Bruselas y el viernes 3 de junio arranca la campaña de las elecciones autonómicas andaluzas, prioritaria para los socialistas.

Ejercicio de "transparencia"

Rodríguez no quiso avanzar qué trasladará Sánchez a Aragonès, aunque sí enfatizó el ejercicio de transparencia que el Gobierno ha hecho ante el caso del espionaje y las puertas que ha abierto: las comparecencias de la ministra de Defensa y de la ya exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) —esta, ante la comisión de secretos oficiales del Congreso—, la colaboración con el Defensor del Pueblo para su investigación interna y la puesta a disposición de la Justicia de todos los documentos que le pida desclasificar. Pero no levantará el secreto sobre esos archivos a iniciativa propia. El Ejecutivo insiste en que tiene la "conciencia bien tranquila".

Desde la Moncloa señalan que "no está definido" aún si los socialistas permitirán que se monte la comisión de investigación que piden Podemos y los separatistas, sobre las cloacas del Estado y Pegasus

¿Puede dar luz verde a la comisión de investigación en la Cámara baja que han pedido Unidas Podemos y los grupos nacionalistas? "Eso no está definido", aseguraron fuentes gubernamentales. El Ejecutivo siempre se ha negado a este formato para aclarar el espionaje, porque la ley de secretos y la del CNI impide dar cuentas a los funcionarios públicos de materias reservadas.

Pero la formulación del escrito de los grupos deja abierta la opción de que Pegasus se diluya, ya que se centra en investigar "la vinculación de diversos estamentos oficiales del Estado y un entramado mediático, empresarial y parapolicial con recursos y armas reservadas a organismos estatales al servicio de intereses espurios al margen del interés general y presuntamente sufragados con fondos reservados". Eso daría pie a los socialistas para buscar una salida que satisficiera a sus socios y que al mismo tiempo le permitiese poner el foco de nuevo en los casos de corrupción del PP, reverdecidos esta semana con los audios del comisario José Manuel Villarejo publicados en 'El País'.

Fuentes del Grupo Socialista en la Cámara baja señalaron a este diario que no es esa la intención, solo que se anunciará la próxima semana, de cara a la Junta de Portavoces que tendrá que pronunciarse sobre la iniciativa. Otras fuentes del Ejecutivo, no obstante, apuntaban que no hay aún una decisión tomada y, por tanto, puede servir como plataforma para echar en cara al PP sus casos de corrupción y las cloacas del Estado que funcionaron en la época de Mariano Rajoy en la Moncloa.