El Ayuntamiento de Madrid compró en marzo de 2020, en el peor momento de la pandemia, 250.000 test rápidos de covid a Leno, la empresa a través de la cual Alberto Luceño y Luis Medina vendieron material sanitario procedente de China. Gracias a estas transacciones, los empresarios cobraron al Consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida comisiones por valor de seis millones de euros, informa EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

El Consejo de Administración de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios de Madrid (EMSFM) adjudicó el contrato de adquisición de estos test de covid el 25 de marzo de 2020, tan sólo 11 días después de que el Gobierno central decretase el estado de alarma en todo el país como consecuencia de la pandemia. Los 250 paquetes con 1.000 test cada uno no llegaron a la capital hasta el 26 de abril de ese año, un mes después.

De esos 250.000 test rápidos, tan sólo pudieron usarse desde el principio un total de 75.000 pruebas, que contaban con una sensibilidad del 94,4%, de acuerdo con una comprobación realizada por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA).

Esos test se destinaron a Bomberos, Policía, Samur, los trabajadores de los servicios funerarios y los de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), según informó Antonio Prieto, gerente de Madrid Salud, en un correo enviado el 26 de mayo de 2020 a Inmaculada Sanz, portavoz del Gobierno municipal y delegada del Área de Gobierno de Seguridad y Emergencias, y a Elena Collado, coordinadora general de Presupuestos del Consistorio.

El resto de test comprados a la compañía JOYSBIO mediante la gestión de Leno, un lote de 115.000 y otro de 66.000, obtuvieron en los exámenes del INIA unos resultados inesperados: los primeros tenían una sensibilidad del 80% y los segundos, del 66,7%.

Según consta en unas facturas a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el Consistorio pagó al menos 22.264 euros a Kuehne + Nagel S.A., una empresa global de transporte y logística con sede en Suiza, por el traslado y almacenaje de 125.000 test de los que fueron adquiridos a través de Medina y Luceño.

Esa cantidad corresponde a la entrega de 125 bultos -que contenían 125.000 test de gota de sangre y que costó 900 euros más IVA a las arcas públicas, esto es 1.089 euros- y a su almacenamiento durante los meses de mayo, julio, agosto, octubre y noviembre, a razón de 3.500 euros más IVA al mes, es decir, 4.235 euros.

Todo hace pensar que Kuehne + Nagel también guardó las pruebas covid en junio y septiembre, pero el Consistorio, ante varios requerimientos de información de este periódico, no ha querido aclararlo. En caso de que así fuera, el gasto ascendería a 30.734 euros.

El área de Gobierno de Portavoz, Seguridad y Emergencias, dirigida por Inmaculada Sanz, y el área de Hacienda y Personal, liderado por Engracia Hidalgo, no han contestado dónde se almacenaron los tres lotes de test covid. Tampoco han aclarado si parte del material fue guardado en el Almacén de la Villa, de titularidad pública, en el que habitualmente se guardan muebles y ropa.

Test de baja precisión

Elena Collado fue quien se encargó de la gestión de compra de test y de la reclamación a Luceño de una solución para los 60.000 test comprados de baja precisión. El juez que instruye el caso, Adolfo Carretero, ha citado el próximo 27 de mayo a declarar a esta funcionaria como testigo y no como investigada, dado que considera que "fue engañada por los comisionistas".

La jefa de compras le comunicó los fallos en los test a Luceño una semana después de que el INIA le enviase el informe sobre la sensibilidad de las pruebas covid. "Hay una parte de los test que no tienen la misma calidad que las otras tres, sólo un 60%, lo que desaconseja que sigamos haciéndolos a nuestros empleados públicos", avisa Collado al comisionista a través de un mensaje de Whatsapp.

Durante todas las reclamaciones que hace a Luceño por el lote de los 60.000 test defectuosos entre finales de mayo y mediados de noviembre, Elena Collado nunca pide la devolución o una solución alternativa para los 115.000 test que contaban con una precisión del 80%, de acuerdo a la documentación remitida por el Consistorio al juez y que consta en el sumario.

Días después de que Collado le proponga a Luceño cambiar los test por otra partida o devolverlos, el empresario le informa de que "los reactivos ya han llegado, pero el receptor no sabía nada... DHL necesita que el receptor confirme este paquete para evitar DHL return de vuelta al remitente".

Reactivos para que los test ganen sensibilidad

Luceño remite a Elena Collado el 3 de junio de 2020 una carta de JOYSBIO en la que la empresa se compromete a enviar unos reactivos para que mejore la sensibilidad de las 60.000 pruebas diagnósticas inútiles.

En un hilo de correos entre Elena Collado, Antonio Prieto y Rafael Gutiérrez de Mesa, la persona que ayudó a la jefa de compras a gestionar la adquisición de material, este último alertó de que la propuesta podría no ser adecuada: "Lo que quieren es mandar estas botellitas -los reactivos- para reemplazarlas en los test. Habla de una botellita de 2 o 3 mililitros cada una. Si no recuerdo mal, esta era la queja de Madrid Salud, porque decía que tenían que llevar, por lo menos, 5 mililitros, según la especificación técnica del producto".

Antonio Prieto, gerente Madrid Salud, va más allá y descarta esa opción: "El diluyente no es la causa de la falta de sensibilidad".

Fuentes de los grupos municipales afirman para este periódico que los 115.000 test con un 80% de sensibilidad "no los utilizaron, no podían utilizarlos". Posteriormente, a partir del 18 de diciembre de 2020, el Consejo de la Unión Europea recomendó que sólo se emplearan los test que tenían un mínimo de especificidad del 97% y una sensibilidad del 90%.

Según informan, el destino de estas pruebas era Madrid Salud y apuntan al Centro de Salud de Montesa, en el distrito de Salamanca, aunque no pueden confirmar ese dato. Allí se dirigieron los botes de reactivo que inicialmente enviaron y que, al no ser recogidos por nadie, fueron devueltos por la empresa de transportes de nuevo a China, dicen.

Elena Collado explicó el 3 de septiembre de 2020 en un mail a Luceño que no recibieron esos reactivos: "Llevamos desde ayer haciendo gestiones con DHL para que retornen el envío. No nos ha sido posible porque sus procesos están automatizados".

A pesar de que el Ayuntamiento no ha querido aclarar si finalmente recibieron los test o no, Engracia Hidalgo aseguró el mes pasado en una entrevista en 'Más Vale Tarde' que el error con los 60.000 test inválidos "se subsanó". "Se mandó una partida adicional de ese líquido, con lo cual los test fueron utilizados por Madrid Salud de forma adecuada según la información que tenemos", agregó.

Asimismo, el propio Almeida indicó escasos 20 días después que "conseguimos que llegaran los reactivos".