El oligarca Ilya Ilyich Traber, a quien la prensa opositora rusa y al menos dos servicios secretos europeos le atribuyen una estrecha amistad con el presidente Vladímir Putin, ha roto su silencio tras ser acusado por la Fiscalía Anticorrupción en 2006 de ser uno de los presuntos líderes de la mafia rusa en España. Y lo ha hecho en una entrevista concedida el pasado 17 de enero al portal ruso 'Fontanka' para lanzar un ataque frontal contra el fiscal antimafia José Grinda.

Este funcionario público fue junto a su compañero en el Ministerio Fiscal Juan Carrau el responsable de la investigación que se llevó a cabo en l Audiencia Nacional sobre la operación Troika, en la que se acusó a este empresario de ser uno de los más “peligrosos” cabecillas del clan criminal de la Tambovskaya radicado en San Petersburgo. Traber también es uno de los casi 50 ciudadanos rusos incluidos en el listado elaborado por el propio Grinda y el fiscal Juan José Rosa para la Fiscalía General del Estado por sus presuntos vínculos con la corrupción y el crimen organizado en España.

Su apellido es Grinda. Es un hombre sucio. Si logro hundir a ese fiscal canalla espero traer algún beneficio a mi país, porque es un caso demasiado escandaloso” dice Traber en la entrevista, que concedió días después de que un juzgado de San Petersburgo condenara a la publicación rusa ‘Agentstvo Biznes Novostei’ (ABN) a pagar 300.000 rublos por atentar contra su honor.

Información "falsa"

La sentencia que favorece a este oligarca, que se puede consultar en español en fuentes abiertas, sostiene que la información publicada el 13 de noviembre de 2020 en la que se vinculaba a este empresario con la mafia rusa es “falsa y difamatoria para el honor, la dignidad y la reputación de negocios de Ilya Ilyich Traber”.

El medio de comunicación condenado, que está especializado en investigación, fue condenado por recoger en sus informaciones el contenido de diferentes publicaciones periodísticas españolas en las que se transcribían las acusaciones del Ministerio Fiscal español contra este oligarca ruso, al tiempo que se vanagloria de haber invertido más de 500 millones de dólares de "fondos propios" en el puerto de San Petersburgo.

El Periódico de España ha tenido acceso a dos traducciones diferentes de la entrevista que Traber concedió al portal 'Fontanka', cuyo contenido también ha centrado el interés de los servicios secretos españoles. Esta redacción ha reclamado al abogado del oligarca en España, Ernesto Díaz Bastién, la versión de Traber de la entrevista. Y de forma literal ha asegurado: "El señor Traber considera inaceptable que se diga y se insista en que amenazó o amenaza al fiscal, es rotundamente falso".

Un juicio en junio

En junio está previsto que se celebre en España un juicio por una demanda que presentó Traber contra el fiscal Grinda por daños contra su honor. La Abogacía del Estado defiende en este pleito al fiscal, que ha sido denunciado en el ejercicio de su actuación como funcionario público. En la entrevista el oligarca ruso asegura que en sus demandas podría pedir a Grinda hasta 200 millones de euros.

"Al ganar el proceso podré presentarle varias acusaciones. Le acusaré de calumnias, que me han causado graves pérdidas, tanto en mi vida personal como en los negocios y en todos los asuntos. Segundo, le destruiré por denuncia falsa. Mientras esté con vida llevaré este asunto hasta el final hasta que termine en la cárcel", indica Traber, según consta en la traducción de la entrevista, a la que ha tenido acceso El Periódico de España, en la que este empresario asegura que dispone de 40 abogados que tiene contratados en Rusia, Grecia, Francia y Suiza, pero también en España.

Grinda reclamó en marzo de 2021 el amparo del Consejo Fiscal ante “los ataques” que ha sufrido, según especificaba en un escrito, del letrado defensor de Traber. Sin embargo, este organismo otorgarle protección para no interferir en los procedimientos que todavía hay abiertos iniciados por este abogado.

"Perturbable" e "inquietable"

En su escrito, el fiscal consideraba que las denuncias interpuestas por el letrado de Traber contra él buscaban “perturbarle” en el ejercicio imparcial de su trabajo: “La finalidad de las actuaciones anteriores contra mí no es otra que la de inquietar mi labor, que como fiscal desarrollo en esta Fiscalía Especial. Grinda aseguraba que ha venido “sufriendo” en los últimos meses “una campaña de acoso judicial y extrajudicial contra el libre ejercicio de las funciones públicas que me encomienda el artículo 3 del Estatuto de Ministerio Fiscal. He sido víctima de una auténtica persecución procesal [...] como consecuencia del desempeño de mi labor profesional”.

Grinda también ha sido objeto de una querella por revelación de secretos, que fue inadmitida; otra por injurias y calumnias, también inadmitida; y una queja ante la Fiscalía General del Estado, que fue desestimada. El Colegio de Abogados de Madrid también denegó al defensor de Traber el amparo que reclamó contra Grinda en el juicio del caso Troika.

Todos los juzgados rechazaron las demandas que presenté contra el fiscal. Denegaron mi demanda por calumnias después de que el fiscal asegurara que yo le había amenazado con matarle a él y a toda su familia. Dijeron que no era una calumnia”, reconoce Traber en la entrevista.

La escolta del fiscal

La Fiscalía General del Estado español defendió que este empresario ruso había amenazado con atentar contra Grinda y su familia. Y según recuerda el fiscal en su escrito de amparo, la Guardia Civil elaboró el 6 de marzo de 2018 un informe que concluía que este oligarca ruso había decidido matarle tras su intervención en el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional por la operación Troika. Desde entonces, las autoridades españolas mantienen un dispositivo de seguridad para el fiscal.

Traber recuerda que la Interpol ya no le persigue con una notificación roja: “No me está buscando, y para lograr eso necesité mucho tiempo y dos serias protestas jurídicas que fueron satisfechas”. Sin embargo, el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional mantiene vigente una orden de detención que dictó la Audiencia Nacional en 2016 contra Traber.

En la entrevista Traber sostiene precisamente que su principal problema tiene su origen en las acusaciones procedentes de España. “¿Para qué voy a viajar si aún no me han presentado ningún cargo oficial? Hoy en día mi situación no está definida: no soy ni sospechoso ni testigo ni acusado. No tengo una definición concreta. Por supuesto me presentaría en el Juzgado, pero tampoco quiero ir y acabar arrestado antes del juicio. No quiero pasar un año y medio o dos en la cárcel, como le ocurrió a las 17 personas del caso Troika que terminaron absueltas”, prosigue Traber, que se refiere a una primera sentencia del procedimiento contra la mafia rusa, en la que los magistrados no pudieron condenar a los acusados por los delitos de organización criminal y blanqueo de capitales.

"Erupción volcánica"

“De aquella erupción volcánica no queda hoy más que los ecos del espionaje telefónico que, en realidad, se asemeja a una apasionante novela, que trata de averiguar quién, cuándo y de qué ha hablado por teléfono con los representantes de las esferas más altas del poder político ruso”. Sin embargo, Traber no alude en la información que en diciembre la Audiencia Nacional cambió criterio para condenar a un año de cárcel a Irina Ussova, hermana de uno de los presuntos líderes del clan de la Tambovskaya por blanqueo de capitales del crimen organizado ruso.

En ese momento de la entrevista este empresario asegura que en este supuesto plan antirruso también participaría Estados Unidos. Y lo haría junto a España para “despertar el miedo y el horror ante la presencia de la mafia rusa en Europa. El país entero resulta ser una gran mafia. Entre las personas detenidas algunas realmente tenían antecedentes penales y vínculos reales con el mundo criminal, es cierto. Pero el problema consiste en que también involucraron en el asunto a los funcionarios públicos, al presidente del Comité de la Duma Estatal, a un general del Ministerio del Interior, a algunos ministros. En fin, trataron de demostrar el vínculo de la mafia rusa con los órganos de poder político supremo y con los dirigentes del país. ¡Es aquí dónde está en problema”, prosigue.

El oligarca también asegura que la investigación realizada por Grinda, pero también por los fiscales Juan José Rosa, David Martínez Madero y Fernando Bermejo, ha perjudicado a los oligarcas rusos: “Gracias a este individuo tan desvergonzado y su pronunciamiento de la operación Troika, ha surgido, no solo en España sino también en otros países, una imagen muy negativa de los hombres de negocios rusos y del pueblo ruso en general, que se ha divulgado ampliamente, y en gran parte con su apoyo. La gente piensa que quiero matarle junto a sus hijos, por lo que me ha creado mala fama en todo el mundo”.

Zakhar Kalashov

Pero Traber, que reconoce que algunos de los ciudadanos rusos que fueron detenidos en España tienen vínculos con el crimen organizado, como es el caso del mafioso Zakhar Kalashov, que cumplió condena por un delito de organización criminal, va más allá en sus pretensiones de defender la legalidad de su actuación, y aunque sin citarlo, también defiende a su “amigo” Vladímir Putin de los supuestos "ataques" que recibe desde España y Estados Unidos: “Es evidente que están actuando en contra del Estado ruso, tratando de acusar a sus líderes en las relaciones de la mafia”.

Y este es un aspecto importante, completa Traber en la entrevista, que sostiene que tanto España como EEUU han tratado de demostrar el vínculo entre la mafia rusa y los dirigentes del país: “Ahí es dónde está el problema. Es evidente que están actuando en contra del Estado ruso, tratando de acusar a sus líderes de relacionarse con la mafia".

Litvinenko señaló a Putin

Tal y como informó este diario, el exespía ruso Alexander Litvinenko comunicó en 2006 a las autoridades españolas la supuesta relación del presidente ruso con el tráfico de heroína en Afganistán. Se comprometió con Grinda a declarar estos hechos en la Audiencia Nacional. Sin embargo no pudo cumplir la promesa pues fue envenenado con polonio 210; una sustancia letal que han usado los servicios secretos rusos (FSB, la antigua KGB).

“La investigación de España ha generado una imagen muy negativa para los hombres de negocios rusos”, completa Traber, que concluye que una prueba de ello es que tras publicarse sus supuestos vínculos con el crimen organizado el personal de servicio que trabaja en su casa de Suiza abandonó su trabajo porque no querían trabajar para “un mafioso”.