El empresario Luis Medina, hijo del Duque de Feria, ha relatado este lunes ante el juez Adolfo Carretero el origen de la operación de compra de mascarillas, test para detectar covid y guantes para el Ayuntamiento de Madrid por la que obtuvo una comisión de un millón de dólares -fueron casi cinco en el caso de su socio Alberto Luceño-. "Llamé a Carlos Martínez Almeida y le dije que teníamos material sanitario para vender. Al ser primo del alcalde, imaginé que me podría dar un contacto en el Ayuntamietno", ha explicado, según las actas de la declaración a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio.

Medina ha comparecido como investigado en delitos de estafa agravada, falsificación documental, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes, y únicamente ha respondido a preguntas del magistrado y de su defensa, eludiendo responder las que pretendían realizarle tanto la Fiscalía Anticorrupción como las acusaciones particulares y populares en representación de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, además de la del Ayuntamiento en calidad de perjudicado.

Medina ha comenzado su relato describiéndose a sí mismo como "broker en materias primas, carne, alimentación, minería", y reconociendo que hasta que empezó el covid no se había dedicado a temas sanitarios. Conoce a Luceño por trabajo, desde 2018, y ha manifestado que el tema de conseguir material frente al covid para la administración madrileña se les ocurrió "un poco a los dos".

A través de la directora de una universidad

 Según ha manifestado, fue Luceño quien le dijo que tenía proveedores de materias en China, pero no tenía contacto con el Ayuntamiento, algo que él logró mediante Carlos Martínez-Almeida, el primo del alcalde al que le unía una amistad común con María María Díaz de la Cebosa, directora de una universidad - la Universidad americana CIS – en la que Medina estudió durante un año. 

Carlos Almeida le dio un mail, que él cree que era el de Elena Collado como responsable de compras en ese momento, y fue a esta persona a quien escribió y le dijo que tenían posiblidad de suministrarle productos sanitarios. Después habló telefónicamente con ella y también lo hizo con Luceño, pero ha afirmado quea esta responsable municipal no la había visto "en la vida".

Medidas cautelares

El juez ha aceptado la petición realizada por acusaciones particulares y populares personadas en la causa y ha ordenado la retirada del pasaporte de los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño, que deberán además presentarse quincenalmente ante el juez como medida preventiva para evitar que eludan la acción de la justicia. La Fiscalía Anticorrupción no ha solicitado medida cautelar alguna, según las fuentes jurídicas consultadas por este diario.

Según ha manifestdo a las puertas del tribunal Adolfo Barreda, abogado del PSOE, en su auto de imposición de estas medidas el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid argumenta que la razón es, además de la gravedad del delito, conjurar el posible riesgo de que los investigados puedan eludir la accion de la justicia, puesto que aunque tienen arraigo en España también disponen de negocios fuera del país, sobre todo Luceño.

No se siente engañado

Pese a señalar que en términos generales tanto Luceño como Medina han ratificado este lunes las manifestaciones que realizaron en su día ante el fiscal Anticorrupción Luis Rodríguez Sol, los abogados que representan a los partidos han destacado el hecho de que Medina haya manifestado también durante el interrogatorio que no se había sentido engañado por Luceño, que obtuvo casi cinco millones de dólares en comisiones con la operación al único millón que la empresa malaya Leno le ingresó a él. 

Durante su declaración ante el fiscal Anticorrupción, el empresario había afirmado que pensaba que las comisiones habían sido repartidas de forma más equitativa: "Lo que hablamos fue: Un tercio para mí, un tercio para Alberto y un tercio para la empresa malasia”.