Para el Gobierno de Pedro Sánchez, el apoyo a la autonomía del Sáhara Occidental propuesta por Rabat, este viernes arranca una "nueva etapa" en la relación con Marruecos basada en el "respeto mutuo". El Ejecutivo, en una nota oficial, celebra el comunicado previo lanzado por la Casa Real alauí y el Ministerio de Asuntos Exteriores del país vecino. Y enfatiza que el nuevo tiempo supone afrontar "juntos los desafíos comunes", especialmente la gestión de los flujos migratorios.

Marruecos hizo público a primera hora de la tarde de este 18 de marzo que el presidente Sánchez había enviado una carta al rey Mohamed VI en la que le manifestaba que España "considera la iniciativa marroquí de autonomía" del Sáhara Occidental, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución" del conflicto. Un auténtico giro histórico en la política del país, el abandono definitivo de la cuidadosa neutralidad sostenida durante años. Poco después de las seis de la tarde, el Gobierno emitía una nota en la que se refería al comunicado de Rabat, sin hacer referencia a la misiva previa mandada por el jefe del Ejecutivo.

"Hoy iniciamos una nueva etapa de la relación con Marruecos basada en el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente. Esta nueva etapa se desarrollará, tal y como indican los comunicados del Gobierno de Marruecos, en una hoja de ruta clara y ambiciosa. Todo ello para garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros dos países", apunta el escrito de la Moncloa en su primer punto.

España habla de una hoja de ruta "ambiciosa" y "clara", en la que destacan "la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente" y el blindaje también de Ceuta y Melilla

Además, el Ejecutivo reitera la determinación de los dos países para "afrontar juntos los desafíos comunes, especialmente la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y en el Atlántico, actuando siempre con un espíritu de total cooperación". Y también la voluntad compartida de "restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos". El Gobierno de Sánchez, por tanto, pone el acento en lo que más la interesa: la lucha de Marruecos contra la inmigración irregular y la libre circulación de personas y bienes a los dos lados de la frontera. Y no alude en ningún momento al Sáhara: solo cita la garantía de la "integridad territorial", expresión que también supone, como quería Madrid, el blindaje absoluto de Ceuta y Melilla como territorios españoles e intocables por Marruecos. Y también supone el cierre del litigio sobre las aguas de Canarias.

Mucho más allá que la resolución de la ONU

En el tercer y último punto, el Ejecutivo "acoge con satisfacción la programación del viaje del presidente del Gobierno para desarrollar la hoja de ruta de esta nueva etapa, así como la invitación para que el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación", José Manuel Albares, "visite Rabat antes de final de mes".

Albares volará a Rabat como paso previo al viaje del propio presidente para "desarrollar" la nueva hoja de ruta entre los dos países

El Gobierno, desde luego, va mucho más allá de la última resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el Sáhara, de 29 de octubre de 2021. En ella, el órgano simplemente "toma nota de la propuesta marroquí [de autonomía] presentada al secretario general el 11 de abril de 2007" y acoge "con beneplácito los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos por hacer avanzar el proceso hacia una solución". El Consejo también "toma nota de la propuesta presentada al secretario general por el Frente Polisario el 10 de abril de 2007". Pero esa misma resolución reafirma también "su compromiso de ayudar a las partes a alcanzar una solución política justa, duradera y aceptable para todas ellas, basada en la avenencia, que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental en el marco de disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas".

El giro histórico propiciado por el Ejecutivo ha soliviantado a Unidas Podemos, que no fue informado previamente. El cambio radical en la política de España, siempre alineado con Naciones Unidas, amenaza con desatar una nueva crisis interna en la coalición.

Comunicado íntegro del Gobierno de España

"Ante los comunicados del Palacio Real de Marruecos y del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Cooperación Africana y de los Marroquíes Residentes en el Extranjero, el Gobierno de España manifiesta lo siguiente:


1. Hoy iniciamos una nueva etapa de la relación con Marruecos basada en el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente. Esta nueva etapa se desarrollará, tal y como indican los comunicados del Gobierno de Marruecos, en una hoja de ruta clara y ambiciosa. Todo ello para garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros dos países.


2. Reiteramos nuestra determinación para afrontar juntos los desafíos comunes, especialmente la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y en el Atlántico, actuando siempre con un espíritu de total cooperación, y restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos.


3. El Gobierno acoge con satisfacción la programación del viaje del presidente del Gobierno para desarrollar la hoja de ruta de esta nueva etapa, así como la invitación para que el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación visite Rabat antes de final de mes".