Primero fue antes del verano, después antes de las navidades y ahora antes de Semana Santa. El Tribunal Constitucional quiere haber resuelto antes de las próximas vacaciones los tres recursos de amparo contra la sentencia del 'procés' que aún están pendientes: el de Oriol Junqueras, el de Joaquim Forn y el de Dolors Bassa. Por eso en su próximo pleno deliberará las correspondientes propuestas a favor de desestimar las impugnaciones presentadas contra la condena por sedición y malversación que impuso a los tres el Tribunal Supremo.

Fuentes del alto tribunal explican la conveniencia de pronunciarse sobre las tres impugnaciones que faltan para no retrasar más la posibilidad de que los tres líderes independentistas puedan acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, como ya han ido haciendo sus compañeros de banquillo a medida que el TC se ha pronunciado sobre sus respectivas impugnaciones. La primera fue la de Meritxell Borràs, porque la organización del trabajo consistió en empezar por los recursos que se presumían más sencillos y acabar con el del presidente de ERC.

Distinta mayoría

Desde esa primera sentencia a las que, si todo sale como se espera, se dictarán entre los próximos días 22 y 24, puede resultar que la mayoría con la que se adopte la decisión sea distinta en comparación con la primera. Ello es debido a la distinta composición del tribunal y a las circunstancias que le han afectado desde entonces, como la baja por enfermedad del magistrado Alfredo Montoya desde el pasado verano, lo que ha retrasado la resolución de los recursos de Forn y Bassa, que, según el plan inicial debían haberse resuelto antes del de Junqueras, cuya ponencia correspondió al presidente del Constitucional, Pedro González-Trevijano.

Además, los dos de los magistrados considerados más expertos en penal y por tanto al frente de la coordinación de los recursos del 'procés', Cándido Conde-Pumpido y Antonio Narváez, se abstuvieron cuando fueron recusados por los condenados y huidos del 'procés', por lo que ninguno de ellos participará en las deliberaciones de los recursos pendientes, como tampoco lo hará Montoya, que aún no se ha recuperado y cuyas ponencias pendientes han sido traspasadas a sus compañeros.

Eso significa que tres de los magistrados que votaron a favor de rechazar los amparos en los primeros recursos del 'procés' no lo harán en los tres recursos pendientes, mientras que dos de los que se pronunciaron en contra por falta de proporcionalidad de las penas a través de los correspondientes votos particulares, Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer, mantendrán el mismo criterio. Además, previsiblemente contarán con el apoyo de al menos uno de los magistrados que se ha incorporado al tribunal, Ramón Sáez Valcárcel, que la semana pasada ya discrepó de la mayoría a la hora de entender que el expresidente catalán Quim Torra debía haber sido amparado.

Las fuentes consultadas han lamentado que si los recursos se hubieran resuelto con anterioridad este cambio en la proporción de fuerzas del alto tribunal no se produciría. No obstante, restaron importancia a la pérdida de unanimidad en el tribunal, porque la consideran común a otras instituciones y añaden que, en ocasiones, no refleja la sintonía que se vive actualmente dentro de la institución y sobredimensiona una discrepancia puntual en ciertos aspectos de una resolución que no en su totalidad.