Era cuestión de días, pero al final fue cuestión de horas. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dimitido hoy de su cargo como portavoz nacional del PP en medio de la crisis desatada en el partido por el presunto espionaje a Isabel Díaz Ayuso. Con su decisión, Almeida quiere dejar claro que su "compromiso" con el Ayuntamiento "está por encima del compromiso con el PP". [Siga aquí la última hora en directo de la crisis del PP]

Según aseguró en una multitudinaria rueda de prensa, su renuncia ha sido "de común acuerdo con el presidente del partido, Pablo Casado". Ayer, ya desde su equipo se informó que Almeida estaba valorando dejar el puesto para centrarse en el Consistorio, pero la decisión se ha acelerado.

El "momento especialmente complicado" que está viviendo el Ayuntamiento, al cernirse la sospecha del espionaje sobre una empresa municipal, ha precipitado que Almeida deje el cargo, algo que ya llevaba valorando desde finales de verano.

El alcalde de la capital ha tratado de desvincular este paso con la crisis interna que vive su partido justificando que esta cuestión ya se había tratado en los "últimos meses" con el objetivo de centrarse en el Ayuntamiento de Madrid. "Es una decisión que habíamos ido madurando en los últimos meses por la necesidad de centrarme de manera exclusiva en el Ayuntamiento de Madrid, y en este caso la situación que vive el Ayuntamiento hacía necesario que disociara las responsabilidades orgánicas de mi responsabilidad como alcalde", ha asegurado.

"Vamos a llegar con total transparencia hasta el final de todo lo que ha podido suceder en este Ayuntamiento", ha aseverado el alcalde, que se ha comprometido a tomar todas las medidas necesarias de hallarse que se encargó el espionaje a la presidenta regional desde el Consistorio.

Almeida, que ha informado que le ha comunicado a Casado en una conversación telefónica cuáles debían ser "las soluciones" a tomar -aunque no ha querido especificarlas"- sí ha querido reivindicar al partido "como la única alternativa al Gobierno". "Estamos pasando tiempos muy duros, pero somos el PP", ha afirmado.

A preguntas de los periodistas, ha indicado que aceptó el cargo de portavoz nacional, en agosto de 2020, "porque España estaba en un momento crítico, casi en lo peor de la pandemia". "Entendí que era adecuado aceptar el ofrecimiento, y no me arrepiento de haber sido portavoz", ha sostenido. Anteriormente, en su intervención en el Pleno municipal, Almeida ya había roto su silencio hoy tras cinco días desaparecido para insistir en que no hubo "ninguna práctica irregular" en su Gobierno municipal en el presunto caso de espionaje

"De todas las averiguaciones hechas no se deduce ninguna práctica irregular", aseguró.

Segunda dimisión del día

Esta mañana se ha conocido también la de la diputada Belén Hoyo, hasta ahora presidenta del Comité Electoral y una de las personas que de forma más contundente pidió al presidente del PP la marcha de su número dos, Teodoro García Egea.

Fuentes populares han confirmado que deja su puesto en la dirección nacional del PP, que se conoce un día después de que la mayoría de los vicesecretarios y los tres portavoces parlamentarios exigiesen a Casado la convocatoria de un congreso extraordinario y amenazasen con dimitir si no se daba este paso, como han informado a Efe fuentes presentes en la reunión.

Hoyo fue la primera que en la reunión de ayer del Comité de Dirección amenazó con dimitir si García Egea no daba un paso atrásFue además, una de las más duras y contundentes y avisó a Casado de que no puede usar a Egea como "cortafuegos", según relatan a Efe fuentes populares.