El PP ha defendido su 'no' a la reforma laboral en el debate que este jueves se está celebrando en el Congreso por considerar que supone un cambio "objetivamente malo" del mercado de trabajo. La nueva reforma, pactada por el Ejecutivo con sindicatos y empresarios, deroga, en parte, la que aprobó el PP con su mayoría absoluta en 2012.

La portavoz del grupo parlamentario, Cuca Gamarra, ha subido a la tribuna a argumentar el rechazo de los populares. Su jefe de filas, Pablo Casado, no ha acudido a verlo. El jefe de la oposición ha decidido no asistir al debate del decreto-ley y, según fuentes de su equipo, acudirá a la votación, al mediodía.

Gamarra ha afirmado que son modificaciones legales que "corren justo en sentido contrario a las nuevas realidades del mercado de trabajo". El acuerdo del diálogo social supone, ha dicho, "un retroceso". "El PP ni transige ni contemporiza ni se resigna cuando está en juego el empleo de los trabajadores", ha añadido.

Gamarra ha iniciado su intervención metiéndole el dedo en el ojo a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha defendido ante el hemiciclo la nueva reforma laboral. La dirigente conservadora ha subrayado que las ministras de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la de Igualdad, Irene Montero, no han seguido el debate en su totalidad y no han arropado a Díaz. Ambas, según fuentes de Unidas Podemos tenían que acudir a un acto organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Comisión Europea, y solo han podido estar los primeros minutos de la sesión. "Entiendo su inseguridad y que esté nerviosa", le ha soltado.

"Usted nos hacía una pregunta. ¿Confirman sí o no a la reforma del PP? Pues el PP la confirma", se ha respondido Gamarra, que considera que esta reforma está en las "antípodas" de la que dejó aprobada el PP. Esa afirmación le ha valido a Díaz en la réplica para reforzar el impacto de los cambios que ella ha introducido de la mano de sindicatos y empresarios, pese al hecho de que no ha conseguido "derogar" todo el marco laboral de 2012 (pactado entonces solo con los empresarios). "Ha dicho una verdad, porque sí que está en las antípodas conceptuales de la suya. Su modelo supuso una catástrofe social. Tuvo dos huelgas generales. Yo participé en ellas", ha explicado la vicepresidenta. Díaz ha señalado como falso que la reforma del PP haya ayudado en el contexto de la crisis por el covid-19. En su opinión, los "empresarios y los sindicatos" y el Gobierno han tenido que "sortear" aquella legislación. "'¡Hemos llegado a prohibir el despido! Si hubiéramos aplicado sus normas, tendríamos esa tasa del 27% de paro que ustedes han llegado a tener", ha espetado.

Gamarra a Yolanda Díaz: “Ha entrado en la sala de despiece del presidente del Gobierno”

Gamarra a Yolanda Díaz: “Ha entrado en la sala de despiece del presidente del Gobierno” Agencia ATLAS / Foto: José Luis Roca

En la dúplica, Gamarra ha defendido la política económica de los gobiernos del PP y de la "herencia" de paro que recibieron de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. La portavoz conservadora se ha despedido de la tribuna advirtiéndole a Díaz de que "la maquinaria del sanchismo" se ha puesto en marcha contra ella. "Ha entrado en la sala de despiece del presidente del Gobierno", ha añadido antes de recomendarle que comente el asunto con José Luis Ábalos o Carmen Calvo, que saltaron del Ejecutivo el pasado mes de julio. "A usted ese reloj también se le ha puesto en marcha", ha concluido.

La reforma laboral ha acabado siendo un triunfo amargo para Díaz, pese al éxito de haberla hecho con empresarios y sindicatos, ya que hasta el último momento la vicepresidenta ha intentado sacarla adelante con el bloque que facilitó la investidura. Sin embargo, ERC y EH Bildu votarán 'no' y los liberales de Ciudadanos ayudarán en el 'sí' con sus nueve escaños.

El supuesto "delito" de las inspecciones en el campo

La España despoblada y la polémica de las macro-granjas de Alberto Garzón, con el telón de fondo de las elecciones de Castilla y León del 13 de febrero, han tenido también su espacio en el debate sobre la reforma laboral. El aumento de las inspecciones en el sector de la construcción, la industria y también el campo, y la reducción de la temporalidad en general, y también en el campo, ha sido criticado por la portavoz del PP, Cuca Gamarra. Según la diputada popular, la actitud del Gobierno "roza el delito". "Esa referencia al cambio del régimen sancionador que establece esta reforma supone una persecución para muchos agricultores", ha afirmado.

A la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, esa consideración le parece preocupante porque coloca al PP al lado de los empresarios que incumplen la ley. La nueva reforma laboral, ha recordado Díaz, supondrá que las irregularidades no serán "infracciones en orden social" sino que se considerarán como "auténticos comportamientos delictivos".