Mientras todas las miradas siguen pendientes de si el Gobierno conseguirá amarrar los apoyos para aprobar la reforma laboral a principios de febrero en el Congreso, otros ministros económicos se concentran en sus planes estrella del nuevo año político. El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, tiene entre manos el nuevo sistema de cotización por tramos para autónomos y la creación del nuevo fondo de pensiones público, y de ambas cosas ha dado cuenta a la responsable económica del PP, Elvira Rodríguez. Es uno de los pocos hilos de contacto que mantienen el Gobierno y el primer partido de la oposición, cuyos puentes están esencialmente rotos por culpa de las hondas discrepancias entre líderes, según publica El Periódico de España.

Pero, mientras otros ministros como Yolanda Díaz han renunciado a informar y hablar de la nueva legislación laboral con fuerzas como PP (incluso Ciudadanos, a pesar de que ha confirmado su voto afirmativo a la reforma si "no se toca una coma" de lo pactado con los agentes sociales), Escrivá intenta mantener interlocución con las distintas fuerzas. Hace unos días almorzó con la dirigente popular para insistir en la importancia de los dos grandes proyectos que el Ejecutivo ha comprometido con la Unión Europea y que dependen de su cartera. 

Sobre la mesa no estuvo pedir apoyo al PP, pero sí informar de sus planes para los próximos meses a diferencia de otros miembros del Consejo de Ministros que no lo han hecho. Fuentes de la cúpula de Ciudadanos también confirman a El Periódico de España, que la interlocución con Escrivá es “más fluida” y que les informa puntualmente de sus iniciativas más importantes.

Los populares han sido críticos con la propuesta por tramos del ministro y, de hecho, Pablo Casado se reunió hace escasos días con Lorenzo Amor, presidente de ATA, que ya se ha manifestado en contra. “Apoyamos a los autónomos frente al hachazo del Gobierno. Ya han aguantado demasiado en esta crisis”, zanjó el líder del PP. Tampoco Ciudadanos ve con buenos ojos los tramos ideados por el Ejecutivo. Con respecto al fondo público de pensiones, los populares insisten en que quedan todos los detalles por conocer. 

Como publicó El Periódico de España, los agentes sociales también consideran que al proyecto le falta madurez y que por eso, hoy por hoy, no ven posible su apoyo

En todo caso, fuentes del PP reconocen que para negociar el apoyo al primer partido de la oposición el primer paso es informar de las políticas. Los populares reprochan a menudo al Ejecutivo la falta de interlocución y transparencia en los grandes proyectos legislativos, a pesar de que después Moncloa pide “ensanchar mayorías” para sacar adelante sus iniciativas. 

El ejemplo más reciente es la reforma laboral, sobre la que el PP no cambiará de postura, alegando también que el Gobierno “no ha levantado el teléfono en ningún momento”. Dirigentes cercanos a Fátima Báñez, que estas semanas ha acaparado titulares precisamente por ser la artífice de la reforma de 2012 y estar ahora vinculada a la patronal (preside la Fundación CEOE), aseguran que la exministra “siempre llamó a todas las fuerzas para informar de sus planes”, con independencia “de si luego les pedía apoyo o no”. “Incluso a Podemos”, zanjan en la órbita popular del Gobierno de Mariano Rajoy.

A pesar de que el ministro de la presidencia, Félix Bolaños, y el número dos de Casado, Teodoro García Egea, son los que habitualmente hacen de puente cuando llegan las grandes negociaciones (como el Consejo General del Poder Judicial) no existe entre ellos una comunicación tan fluida como sus entornos a veces lanzan. 

La creciente tensión entre Rusia y Ucrania sí hizo reaccionar al PP esta semana, confirmando el propio líder popular que “apoyaría al Gobierno” en su posición, aunque pidió a Moncloa dar explicaciones lo antes posible al Congreso. Casado siempre ha exigido unidad en las políticas de Estado, y muy especialmente en lo que se refiere a políticas exteriores. En el partido reconocen que es una de sus obsesiones y que, por eso, se adelantó a prestar respaldo al Gobierno. Lo hace en un momento en el que su relación con Pedro Sánchez es casi inexistente. Hace meses que ni siquiera hablan.

En este contexto, la relación que mantienen algunos ministros como Escrivá con los partidos de la oposición se convierte casi en la excepción. Lo que sí reprocha el PP al ministro de Inclusión es la falta de datos concretos. Que no haya nunca un intercambio de papeles o cifras que analizar. Ocurrió también en la reforma de las pensiones relativa a la derogación del factor de sostenibilidad que pasó a incluir el denominado factor de equidad intergeneracional, y que también levantó ampollas entre todos los grupos políticos por la falta de información.