Podemos engrasa la maquinaria electoral para las elecciones municipales de primavera de 2023 y asegura el control sobre sus cargos locales. La cúpula del partido ha fijado una "hoja de ruta de trabajo municipal" que deberán seguir los dos centenares de concejales morados repartidos por todo el territorio; una senda conjunta que incluirá encuentros periódicos en los que la dirección establecerá una única línea política para todos los territorios. Con este método, Podemos quiere asegurar el control total de sus filas durante los meses de precampaña y defender su frágil implantación territorial.

La formación ya tomó las riendas de todos sus cargos municipales hace un mes y medio, cuando les comunicó en una conversación desvelada por este periódico que a partir de entonces toda su acción política se coordinaría a través de la Secretaría de Organización Estatal. Un cambio de estrategia radical para un partido que nació con la bandera de la descentralización y que en los próximos meses tendrá que afrontar la construcción en paralelo de la plataforma de Yolanda Díaz, con quien tendrá que negociar para integrarse en su candidatura.

De cara a la cita electoral de 2023 y a la futura fase del partido -con su integración en un proyecto del que no tendrá las riendas- los morados tratan de mantener su representación en los ayuntamientos y mejorar su gestión, en un intento por optimizar su gestión en los próximos meses y poder sacar rédito en las urnas. Para ello, Podemos también tiene previsto crear una "guía del concejal", además de poner en marcha la "oficina de Atención al Concejal" y sesiones de formación para sus cargos municipales.

El pasado diciembre se celebró el primer encuentro de concejales con la dirección, un encuentro municipalista bautizado 'Políticas de lo cercano: de punta a punta', y ahora Podemos busca afianzar el control sobre sus dirigentes más pegados a la base para engrasar la maquinaria electoral de las municipales. Así, la cúpula del partido ha vuelto a comunicarse con sus representantes en municipios para comunicarles la nueva forma de trabajo, totalmente centralizada, "de cara a los próximos meses y próximas citas electorales". Un mensaje que ha sido interpretado por algunos de estos cargos como un "cierre de filas" para mantener la ascendencia de la dirección sobre el último eslabón territorial.

Así, la formación ha dividido a los concejales en cinco grupos según la población de sus respectivos territorios, debido a los distintos problemas que pueden afrontar cada uno de estos lugares. Así, la formación ha anunciado que "cada 45 días se realizarán reuniones vía zoom donde se planteen las distintas problemáticas y sus posibles soluciones y cada tres meses se organizará un encuentro presencial por grupo". Apuntan en este sentido que "el objetivo es mantener la dinámica de trabajo conjunta y colaborativa".

Podemos celebrará, asimismo, un encuentro municipalista que tendrá carácter anual. El próximo tendrá lugar en diciembre de este año, de manera que esta cumbre será el pistoletazo de salida para la precampaña de la formación en sus distintas localidades, de cara a los comicios de primavera de 2023.