El nuevo ministro de Universidades, Joan Subirats, inicia su trayectoria en el Gobierno dejando claro que la universidad "no puede quedar al margen del cambio de época" que atraviesa la sociedad. Tras mencionar las desigualdades, las injusticias sociales, la emergencia climática, las políticas públicas, así como "los ganadores y perdedores", el exconcejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona se ha propuesto continuar el legado de Manuel Castells -que abandona el Ejecutivo por problemas de salud- y acompañar a las universidades en las reformas en las que están inmersas para adaptarse al presente y el futuro de la sociedad.

“La universidad tiene que enseñar, aprender e investigar. Y también tener un papel significativo en el proceso de cambio de época”, ha comentado.

Rodeado de los titulares de Trabajo, Ciencia, Consumo, Derechos Sociales y Agenda 2030, Subirats ha tenido un recuerdo emocionado para sus padres y sus hermanos, que se pusieron a trabajar con 15 años y no pudieron cursar, como él, estudios superiores. “Fui el primero de mi familia que llegó a la universidad. Hoy recuerdo cómo escuché a mis hermanos decir que sí, que yo podría ir a la facultad”, ha comentado. También ha tenido unas bonitas palabras para la persona que le dio, hace 47 años, su primera oportunidad como docente universitario, Jordi Solé Tura, su director de tesis.

Castells, por su parte, ha puesto de manifiesto el talante dialogante de su sucesor. “Nunca te pones nervioso y, además, cocinas muy bien”, ha sonreído el sociólogo y catedrático, que, como legado, deja dos leyes importantes: la de convivencia universitaria y la orgánica del sistema universitario. “Es un honor para mí. Me dejas un magnífico equipo y espero satisfacer las expectativas generadas”, le ha respondido el nuevo titular de Universidades.