El Gobierno había mantenido hasta el mismo viernes que la aprobación de nuevas restricciones ante el avance de la sexta ola y la variante ómicron no era necesaria. Bastaba, según los ministros, con la prevención, el uso de mascarillas y la elevada tasa vacunal. Pero este sábado el guion cambió por completo. Al mediodía, la Moncloa emitió un breve comunicado en el que informaba de que Pedro Sánchez convocará la próxima semana una Conferencia de Presidentesel órgano que reúne al jefe del Ejecutivo con los mandatarios autonómicos. 

El objetivo de la convocatoria, que será telemática y en principio tendrá lugar el miércoles, explicaron después los colaboradores de Sánchez, no es otro que el de analizar la posibilidad de nuevas medidas para frenar la escalada de contagioscon España sufriendo ya una incidencia acumulada por encima de los 500 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, un nivel considerado de riesgo muy alto, según los criterios del Gobierno. 

“Queremos abordar la situación, compartir el análisis entre todos, con lealtad institucional, y también estudiar nuevas medidas”, explicaron fuentes de la Moncloa. En el entorno del presidente del Gobierno evitaron ser muy concretos sobre las iniciativas que defenderá Sánchez. “No queremos que ninguna autonomía llegue a la cita con la sensación de que las decisiones ya han sido tomadas”, insistieron. La posibilidad de aprobar un nuevo estado de alarma que permita un confinamiento domiciliario, medida que ya defienden muchos especialistas, está de momento descartada. También los cierres perimetrales de los territorios. Pero sí están sobre la mesa otras iniciativas, como restringir el ocio nocturno, limitar el aforo de los interiores de bares y restaurantes, nuevos toques de queda o fijar un número máximo de personas en las reuniones domésticas. 

Ingresos triplicados

El vuelco en el escenario sanitario ha sido muy rápido. Los ingresos hospitalarios por covid casi se han multiplicado por tres en los últimos 30 días, con 6.667 pacientes. Gracias a los altos niveles de vacunación, siguen siendo cifras inferiores a las de olas anteriores, pero los expertos alertan de que puede haber un nuevo récord de contagios, al igual que en otros países del entorno europeo, debido a la entrada de la variante ómicron, mucho más infecciosa, aunque los riesgos de enfermedad grave y muerte asociados a la mutación están por determinar. La situación se produce en un momento muy sensible: a las puertas de la Navidadperiodo que en principio disparará aún más el número de positivos, debido al aumento de la interacción social. La amenaza del colapso hospitalario sobrevuela desde hace días.

En las últimas 48 horas ha habido “un punto de inflexión”, dijo este sábado en Antena 3 la ministra de Sanidad, Carolina Dariasquien se remitió sobre nuevas restricciones a lo que decida la Conferencia de Presidentes. Pero numerosos expertos llevaban alertando de esta situación desde mucho antes. La tendencia al alza de los contagios lleva semanas registrándose, con una velocidad constante. 

Aun así, el Gobierno caminaba aquí de la mano de las autonomías. Al igual que el Ejecutivo, las comunidades se han resistido hasta ahora a aprobar nuevas restricciones. Solo Cataluña ha dado un paso en este sentido, y muy leve, al recuperar las cuarentenas para todos los contactos cercanos a un positivo, estén o no vacunados. Desde hace varios días, según fuentes sanitarias, los servicios de salud de varios territorios han intentado concienciar sin éxito a sus presidentes autonómicos de la necesidad de tomar medidas severas para atajar la sexta ola. La convocatoria de Sánchez, que ha tomado la decisión después del Consejo Europeo celebrado el jueves en Bruselas, donde intercambió impresiones sobre la pandemia con los líderes de otros países que ya han tomado medidas, abre un nuevo escenario. El discurso de que las mascarillas y las vacunas eran instrumentos suficientes ha quedado atrás. 

La fecha escogida 

Isabel Rodríguezministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, llamó a los presidentes autonómicos este sábado para comunicarles la reunión. Uno de ellos, el asturiano Adrián Barbónse encuentra hospitalizado, sintiendo en carne propia la expansión de la variante ómicron. El Gobierno quiere que la conferencia, que en un síntoma de la relativa tranquilidad sanitaria de los últimos meses no se reunía desde el 30 de julio, se celebre el miércoles de la semana que viene. La fecha aún no está cerrada, pero en la Moncloa consideran que “no conviene ir más allá de ese día”, dada la evolución de la pandemia.

A fala de conocer los detalles y el orden del día de la cita de la próxima semana, fuentes próximas al ‘president’ de la Generalitat, Pere Aragonèsseñalaron a Efe que la reunión debe servir para “decidir conjuntamente” las medidas a adoptar. Incluso la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayusocambió su habitual tono, aunque dejó claro que rechaza la adopción de restricciones. “Vienen semanas de mucho contagio por la nueva variante de covid, pero esta no es como las anteriores –escribió en Twitter-. Por eso consideramos que debemos seguir con las mismas políticas. Precaución y vacunación masiva, sin cierres ni más prohibiciones”.