Mientras el Gobierno confía en que los fondos europeos permitirán la recuperación y sigue insistiendo en que el crecimiento será sólido, el PP sube el nivel de alerta por la crisis económica derivada del coronavirus, convencido de que Pedro Sánchez se tapa los ojos ante las correcciones de los distintos organismos. La última, la de la OCDE hace unos días. PSOE y Unidas Podemos mantienen la crítica a Pablo Casado por una “visión catastrofista” que, sin embargo, el líder de la oposición mantiene intacta con el aval de su equipo económico y de los principales asesores con los que cuenta desde hace meses.

Hay un nombre que destaca entre todos ellos, alejado de la política y con un perfil estrictamente técnico, que es el de José María Abad. Un experto del sector financiero en el Departamento de Mercados Financieros y de Capital del Fondo Monetario Internacional (FMI), profesor en Esade, con una larga trayectoria fuera de España y que ha pasado por firmas como Goldman Sachs, Moody´s o el ICO. Desde el pasado junio, también ocupa un puesto como consejero externo independiente en Red Eléctrica, después de que el PP promoviera su entrada en la cúpula del operador. Y poco a poco se ha convertido en uno de los gurús económicos que más tiene en cuenta Casado a la hora de plantear sus alternativas económicas al Gobierno

Abad participó en la primera jornada de la convención itinerante del PP en Santiago de Compostela que inauguró Mariano Rajoy. El expresidente fue muy crítico con las políticas puestas en marcha por la coalición de PSOE y Unidas Podemos tras la emergencia sanitaria y se unió, casi sin matices, a la visión que tantas críticas le ha costado a Casado. “No se trata de ser más o menos optimista o ser un cenizo, sino en hacer un buen diagnóstico y asumir la realidad que hay”, dijo entonces, augurando que las recetas de Sánchez —“combinación de gasto estructural, más impuestos y más regulación”— serían “letales” para afrontar la recuperación.

El experto del FMI, que compartió charla con el exministro popular Román Escolano, se sumó a los términos de la intervención de Rajoy, insistiendo en que la economía española ha sido la que más ha sufrido en el mundo los efectos del covid y recordando que si el crecimiento estaba siendo muy pronunciado, respondía precisamente a que la contracción del PIB previa lo fue todavía más

“No habrá recuperación si el Gobierno no toma medidas reales para paliar sus efectos. Y la velocidad de recuperación está siendo más lenta de lo esperado”, sostuvo Abad a pesar de los mensajes triunfalistas de Sánchez en esas semanas. Si hubo otra cuestión en la que insistió fue en la preocupación que sentía por la inflación, defendiendo que a pesar de que los bancos centrales hablaban de la subida de precios como “algo transitorio”, veríamos un escenario “más duradero de lo esperable”. Hace solo dos días el presidente de la Fed reconoció que la inflación ya no podía considerarse como transitoria. 

En materia energética, los postulados de Abad son muy tenidos en cuenta por Casado, a quien también anticipó la crisis que podría desencadenar la situación con Argelia. En el partido reconocen que se trata de un experto con el que el presidente nacional habla a menudo y cuyas previsiones y planteamientos suma a los que recibe de otras voces autorizadas como los exministros de Economía y Empleo, Luis de Guindos y Fátima Báñez.

Los posicionamientos del día a día en el partido siguen en manos de Elvira Rodríguez, vicesecretaria general de Acción Sectorial y coordinadora de todos los asuntos económicos que afectan a la formación, y de Daniel Lacalle, analista en el que Casado sigue confiando mucho. También el economista José María Rotellar forma parte del asesoramiento habitual dentro del partido.

Precisamente y tras conocerse los datos del paro de noviembre (la mayor bajada en toda la serie histórica en ese mes), Lacalle ironizó con el "récord de afiliación y empleo" del ministerio que dirige Yolanda Díaz, acusando al Gobierno de "dopar las cifras con contratación pública, con el mayor déficit estructural de la Unión Europea y la deuda disparada", afirmando que "el empleo privado sigue muy lejos de recuperarse". Es uno de los argumentos que en estos días utilizan dirigentes del PP.

El núcleo de expertos

Ya el pasado julio, en el arranque de las mesas preparatorias de la convención nacional que Casado diseñó como plataforma para mostrar su alternativa al Gobierno de Sánchez, el líder del PP exhibió un panel de expertos con el que pretendía zanjar las críticas que recibió durante meses sobre la falta de equipo económico y referentes de ese ámbito, a pesar de que para los populares siempre ha sido la prioridad. 

Además de Guindos y Báñez, en las mesas redondas estuvieron varios exministros como Juan Costa, Manuel Pimentel Juan Carlos Aparicio; y otros nombres de referencia como el exgobernador del Banco de España, Jaime Caruana, y el antiguo presidente de Endesa, Manuel Pizarro. Ya en la convención de octubre agregó el nombre de José María Abad, en quien cada vez se fija más Casado y su núcleo duro dentro del PP.

Mirando a la Moncloa

En este contexto de crisis y que afecta especialmente a los bolsillos de la ciudadanía, el PP se plantea la segunda fase de legislatura como una oposición muy centrada en la economía. En las próximas semanas los populares lanzarán una ofensiva contra el Gobierno por la promesa incumplida de que al finalizar el año se pagaría lo mismo que en la factura de la luz de 2018.

El encarecimiento de la energía disparó la inflación en el mes de octubre hasta el 5,5%. Los precios en España encadenan ya ocho meses de subidas y el malestar social, unido al de las empresas que ven comprometida su recuperación por el mismo motivo, anticipa un invierno de posibles protestas. El PP renegaba hace meses de hacer oposición en la calle, pero como publicó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica,  la desafección social lo ha cambiado todo.

Fuentes de la cúpula popular insisten en que no es lo mismo “alentar las protestas” (como a menudo ha hecho su competidor por la derecha, Vox) que apoyar a los ciudadanos o empresarios que salen a la calle a manifestarse. Y en todas esas concentraciones, el PP estará

El mensaje de la dirección sigue siendo la de que el partido “está centrado en lo importante” (sobre todo como respuesta a la crisis interna por el control del PP de Madrid), dejando claro que la imagen que debe visibilizarse a toda costa es una oposición férrea al Gobierno. De ahí, los distintos planes de choque que viene proponiendo Casado en estos meses (dándole mucha importancia al energético) y que seguirá planteando como un programa propio si consigue alcanzar la Moncloa en dos años (o antes si hubiera adelanto electoral).