Otro acusado del juicio sobre los negocios de la red Gürtel en Boadilla del Monte (Madrid) ha confesado la contratación de determinadas empresas para compensar "su contribución a las siglas del PP" y ha señalado que Francisco Correa le dijo que los adjudicatarios "eran recomendados" por Pío García Escudero.

A unos días de que la Audiencia Nacional comience el juicio por esta pieza del caso Gürtel, que estalló en 2009, los magistrados han recibido un nuevo escrito de confesión de uno de los acusados, quien fuese jefe de campaña del PP del municipio Tomás Martín Morales.

Aparte de hablar de García Escudero, Martín Morales también asegura que tanto la precampaña electoral de 2003 como la campaña municipal de 2007 se sufragaron "gracias a pagos de contratistas a través del dinero que conseguía de los mismos" el líder de Gürtel, Francisco Correa.

Explica que "se solían soportar con pagos en efectivo" a los proveedores al no poderse omitir facturas "porque se rebasan los límites" previstos por la ley, y sostiene que los responsables regionales de coordinación de campaña, Guillermo Ortega en 2003 y Cristina Cifuentes en 2007, "siempre ponían de manifiesto que las campañas no debía pasar oficialmente de los límites, sugiriendo que se llevaran a cabo en efectivo".

Con Martín Morales, que acepta ser condenado a seis años y tres meses de prisión, sigue la tendencia iniciada hace meses, cuando otros acusados también reconocieron los hechos, siendo ya más de la mitad los que lo han hecho, incluidos Correa y el exalcalde de Boadilla Arturo González Panero, el Albondiguilla.

Este procedimiento gira en torno al supuesto pago por parte de la red a políticos del PP, en forma de regalos o dinero, a cambio de interceder en adjudicaciones públicas de Boadilla entre 2001 y 2009 hasta el punto de llegar a dirigir en la práctica toda la contratación pública, según la Fiscalía.

En su escrito, al que ha tenido acceso Efe, Martín Morales explica que Correa, que acumula largas condenas por otras ramas del caso, "presumía" de ser amigo del entonces presidente del PP de Madrid, Pío García Escudero, y "decía que los adjudicatarios de las obras eran recomendados" por él "y que se financiaba así al partido regional".

Por ejemplo, menciona que Correa le dijo haber recibido instrucciones de García Escudero "para que se le adjudicasen obras" a Constructora Hispánica "en reconocimiento a la financiación de campañas que esta empresa les procuraba"; y que le había pedido que se contratase a un pariente suyo en la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV), de la que Martín Morales fue gerente.

El acusado confiesa que terminó aceptando "que se había de favorecer" a las empresas que Correa o el alcalde le indicaban como "elegidas" o "designadas", "según ellos, por el partido". Aparte de Constructora Hispánica, menciona Teconsa, a quien Correa le indicó que se le debía adjudicar viviendas de la EMSV porque era "un activo contribuyente al PP".

Habla de la "obediencia debida" de los responsables locales "a lo ordenado" por parte de dirigentes del partido, incluida la contratación de determinadas empresas "como compensación a su contribución a las siglas del PP".

Reconoce haber recibido 1,3 millones de euros, en su mayor parte, dice, para sufragar gastos de las candidaturas de González Panero, aunque también para su propia "esfera personal".

Respecto a una adjudicación a Constructora Hispánica en 2007, Martín Morales señala que oyó al exalcalde González Panero decir que un concejal "pidió dinero" a la empresa, y afirma que acudió él mismo a las oficinas de Crespo, donde recibió 660.000 euros.

"Debía recoger el dinero y entregarlo en parte en la alcaldía (510.000 euros) y el resto (150.000) gestionarlo y administrarlo para sufragar la precampaña y la campaña electoral del PP en las elecciones municipales de 2007", dice, y añade que con ese dinero también se financió "en parte" la campaña de un grupo político independiente para "reducir los resultados de la oposición del PSOE".