Javier Maroto repite a menudo la palabra “mentira” para referirse al modelo de Pedro Sánchez. Lo hace al hablar de los Presupuestos Generales del Estado, de la financiación autonómica y de los fondos europeos. No se cree su plan de Gobierno, como tampoco el de las plataformas localistas que crecen en territorios de la denominada España Vaciada. Recién concluida la convención nacional del Partido Popular, el portavoz en el Senado solo encuentra una solución posible. Y esta se llama Pablo Casado. Aquí, sus razones.

–Usted ha dicho de los Presupuestos Generales del Estado que son los de “la mentira, el desagravio y la ausencia de medidas reales”. Mucha dureza, ¿no?

–Es lo que pienso. Una inversión que cuesta casi 400 millones de euros no se puede hacer con cuatro; así de sencillo. Y es lo que pasa con la carretera N-122, que no puede ser la última tomadura de pelo de Pedro Sánchez. Es mejor decir que no se hace a decir una verdad a medias. Porque cuando uno dice una verdad a medias, esa media verdad se convierte en la peor de las mentiras. La construcción de esta autovía hasta Portugal no es algo nuevo. Muchísimas personas en Zamora tienen la ilusión de que esta tierra sea interesante para los jóvenes, que haya proyectos y que siga viva. Y eso se consigue con comunicaciones e infraestructuras. Lo que ha hecho Sánchez es tomar el pelo a los zamoranos con las ilusiones de su futuro, que es lo más injusto que hay. Ya sabíamos que a Sánchez no le gusta la Comunidad de Madrid y ahora que tampoco le gusta Castilla y León. Y Zamora paga el pato de todo esto.

–¿Qué opinión tiene del Ministerio para el Reto Demográfico tras dos años en marcha?

–La España de interior existe y tiene sus problemas, pero no se solucionan poniéndole un nombre bonito a un ministerio. Sobre todo, si tienes veintidós ministerios. Hemos visto, por ejemplo, en Zamora, que la provincia ha sufrido el desembalse de Ricobayo y quien autorizaba eso a Iberdrola era este Ministerio. No puedes llamarte Ministerio para el Reto Demográfico si tomas decisiones en contra de la España interior. La pandemia ha dejado pocas cosas positivas, pero una de ellas es la oportunidad de teletrabajar en ciudades y pueblos de la España interior. Y para que eso sea posible solo hace falta una cosa: infraestructura. Se necesita fibra óptica y conectividad, algo que reivindica Pablo Casado para reactivar las oportunidades de las zonas rurales. Y en la política de Pedro Sánchez veo muchas palabras bonitas, pero pocos hechos.

–¿Cuál es la receta de Pablo Casado para la España interior?

–Pablo Casado es de Palencia y además ha sido diputado por Ávila, así que conoce muy bien la España rural. Y, a diferencia de Sánchez, la conoce desde los caminos rurales y no desde el Falcon. Ese es un problema que tiene el presidente del Gobierno y cuyas consecuencias sufrimos todos los españoles. No se puede solucionar algo que se desconoce. Y Sánchez no pisa la calle porque le pitan en cada rincón de España. Es un presidente que se esconde de la gente, y lo que necesitamos es un presidente que esté con la gente y conozca su realidad. Las recetas del Partido Popular pasan por entender esa realidad y detectar las razones por las que hay personas que abandonan el medio rural. ¿Por qué lo hacen? Principalmente, por falta de oportunidades y de atractivos. Hablamos de educación, sanidad, infraestructuras y conectividad. ¿Cuál es la mayor noticia que hemos conocido del PSOE para la conectividad de territorios como Castilla y León? Los peajes que quiere poner Sánchez en cada carretera. Otra traba más para la gente de los pueblos.

El portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto. Emilio Fraile

–Ante este escenario que usted relata, están surgiendo muchas plataformas localistas que aspiran a presentarse a las elecciones en el próximo ciclo. ¿Teme que esto haga daño al Partido Popular?

–Esto solo hace daño a los territorios en los que aparecen esas plataformas, porque terminan prometiendo cosas que nunca van a poder solventar. ¿Qué les preocupa ahora mismo a los ciudadanos? Pues, fundamentalmente, la pandemia, el empleo, la pensión que les corresponde y el precio de la luz. ¿Puede una plataforma local resolver estos cuatro problemas? ¿O los debe resolver un partido nacional que pueda hacer una reforma del sector energético, que pueda impulsar la economía para que haya cotizantes suficientes que paguen las pensiones, que pueda impulsar políticas de empleo en todo el país y que pueda tomar decisiones de ámbito estatal? Que cada uno se responda. Yo me fío del Partido Popular porque es el partido que toma medidas para avanzar en el crecimiento económico y en el empleo. Los partidos que defienden España son los partidos de ámbito nacional. Si uno quiere defender una idea para un municipio, yo lo respeto. Pero, una plataforma local, en el Congreso de los Diputados, lo que hace es dejar en el limbo las ilusiones de sus votantes. Porque no se puede pagar el precio de la luz desde una plataforma de una ciudad de 80.000 habitantes.

–¿Tiene el Partido Popular, tras su convención nacional, la fórmula para recuperar el terreno perdido con Vox?

–Hay una receta que hemos aprendido desde las elecciones de la Comunidad de Madrid y es que, si votas dividido, Sánchez se queda. Seguramente, existen diferencias notables entre el votante de Ciudadanos, el del Partido Popular y el de Vox. Pero a todos nos une algo mucho más importante, que es que no queremos ver a Sánchez ni un minuto más en la Moncloa porque está destrozando España. Frente a eso, solo hay una receta: la unidad. Lo que hemos visto en la Comunidad de Madrid es lo que hay que hacer en las próximas elecciones generales.

–Recientemente, Feijóo ha convocado una reunión de presidentes autonómicos para abordar el modelo de financiación que evite desigualdades. ¿Qué le parece?

–No me extraña, porque el actual modelo de financiación lo pactó el Partido Socialista con Esquerra Republicana. Si a eso le añades un presidente del Gobierno que ejerce la desigualdad como regla general, pues entonces el reparto de los recursos no es justo ni equitativo. Tenemos un Gobierno que no ha mantenido ningún criterio para repartir las vacunas, como para pedirle que reparta el dinero de todos los españoles. Hace falta un nuevo modelo de financiación, pero debe hacerse con acuerdo de todas las partes.

–¿Y qué opina del reparto de fondos europeos?

–Lo peor del reparto de estos fondos es que no se conoce cómo se van a repartir. Esa es la tragedia. Pablo Casado propuso apoyar a Sánchez para que un comité de expertos ayudase al Gobierno a distribuir los fondos de una manera rápida y eficiente. Y Sánchez dijo que no. Nadie sabe qué se está haciendo con esos fondos. En otros países se están utilizando para hacer más productivo el país. Y aquí podríamos utilizarlos para hacer más productiva la España interior, porque es un motor de posibilidades. Pero nadie conoce los criterios de Sánchez. En ningún asunto.

–¿Qué le responde a quienes afean a Casado que diga que España está cerca de la quiebra?

–Es como cuando te cae mal el médico porque te dice que estás enfermo. Pablo Casado dice la verdad y no va a contar a los españoles que hay brotes verdes y que España va bien si no es así. Dice lo mismo que están diciendo organismos como el FMI. Sánchez abusa del desconocimiento de muchos españoles en el ámbito de la macroeconomía. Que, ojo, no están obligados a saber. Pero, cuando le escuchamos decir que en este momento no sube la prima de riesgo, se le olvida añadir que es porque toda la deuda la compra el BCE.