Pedro Sánchez mide cada palabra que dice sobre la Corona. Al milímetro. El año pasado, cuando afloraban a diario las informaciones sobre los presuntos negocios oscuros del rey Juan Carlos, calificó las investigaciones de "inquietantes" y ello, a la postre, se tradujo en un incremento de la presión sobre el emérito, que acabó expatriándose menos de un mes más tarde. Ahora, la Fiscalía está decidida a archivar las pesquisas sobre el exjefe del Estado y está sobre la mesa la posibilidad de que pueda regresar a España. Y lo que el presidente afirma es que cree "conveniente" que dé "explicaciones" sobre los escándalos que le rodean. Una admonición que hasta ahora no había salido jamás de su boca. Ni tampoco de labios de ningún representante de la Corona.

El jefe del Ejecutivo sorprendió este jueves con su respuesta al periodista Antonio García Ferreras en una entrevista esta noche en 'Al rojo vivo'. Conversación que se producía unas horas después de que el Ejecutivo y el PP pactaran la renovación de cuatro órganos, aunque aún falta el nudo gordiano, el Consejo General del Poder Judicial, y por ello apremió a Pablo Casado a hacer un último "esfuerzo" y proceder al relevo después de casi tres años con el mandato caducado. También lanzó dos mensajes envenenados a su antiguo director de Gabinete, Iván Redondo: reiteró su compromiso de que los ciudadanos pagarán a finales de este año un recibo de la luz similar al de 2018, descontada la inflación, y remarcó que no ha hablado con él desde que salió del Gobierno.

Sánchez apuntó que no tiene "información" de si el rey emérito pretende volver a España, como ha hecho saber a través de su entorno una vez que la Fiscalía se dispone a dar carpetazo a las investigaciones que había abierto sobre sus actividades. El presidente indicó que la decisión de su marcha de España, en agosto de 2020, rumbo a Emiratos Árabes Unidos, la "tomó él, entiendo que con la Casa Real". Y eso que en aquel momento el Ejecutivo sí trabajó con la Zarzuela para buscar una salida. Esa frase le sirvió para volver a "poner en valor" el compromiso del actual monarca, Felipe VI, con la "ejemplaridad y la transparencia" y para incidir en que el Gobierno no hace "ningún ejercicio de favoritismo" hacia Juan Carlos I por el hecho de ser quien es. "Todos los españoles son tratados ante la Agencia Tributaria, ante la Fiscalía y eventualmente ante el Poder Judicial, si al final eso ocurriera, de la misma manera", garantizó.

Sobre el próximo archivo del ministerio público, señaló que, en un "Estado social y democrático de derecho", él no tiene "nada que decir", aunque admitió que "por supuesto" se trata de "informaciones perturbadoras". ¿Debe entonces dar "explicaciones"?, le preguntó García Ferreras. "Por supuesto. A mi juicio, sí —respondió—. Sería conveniente que el rey Juan Carlos dijera cuál es su opinión sobre todos estos hechos que, efectivamente, cuando yo los conocí, califiqué de informaciones perturbadoras y que al final socavan la confianza del pueblo español en las instituciones. Es muy contraproducente hasta incluso para aquellas cosas buenas que hizo él durante su reinado". No hay que perder de vista que este viernes arranca el 40º Congreso Federal del PSOE en Valencia, y uno de los temas que ha calentado a las bases es, precisamente, la investigación sobre el emérito. El Ejecutivo asume que el exjefe del Estado puede volver, y no es su opción preferida (tampoco la de la Zarzuela), aunque ahora apostilla que si retorna ha de rendir cuentas. 

Sánchez pisó el freno en las críticas al PP después de haber pactado con él el desbloqueo del Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Agencia Española de Protección de Datos. Señaló que no tendría por qué agradecer a los populares su decisión de desatascar el relevo de cuatro instituciones puesto que siempre hay que cumplir con la Constitución y la ley, pero quería hacerlo expresamente y valorar su "esfuerzo". Justo después reclamó a Pablo Casado que no haga una lectura "de la legalidad ventajista", porque si la Carta Magna mandata proceder a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a los cinco años de su elección, ha de hacerse "en los próximos días", porque además "los jueces se lo merecen" y el órgano lleva más de 1.000 días bloqueado.

Para Sánchez, que haya podido cerrarse en 24 horas el desatasco en cuatro instituciones "pone de relieve la sinrazón" del bloqueo que aún pesa sobre el CGPJ. "Hagamos lo propio" con él, recetó. El líder socialista se mostró más optimista respecto a las posibilidades de acuerdo: "Me gustaría pensar que sí estamos más cerca" de un pacto.

El Ejecutivo, no obstante, no está dispuesto a ceder en aquello que le exige el PP, el cambio en el sistema de elección de los 12 vocales del turno judicial. Alegó que las Cortes eligen a partir de una nómina de jueces postulados por las asociaciones o avalados por sus colegas, un sistema que han aplicado gobiernos socialistas y populares, por lo que ahora toca "cumplir" la Constitución, y no que esta se aplique según le "vaya bien o no" al PP. Añadió que los de Casado ya han presentado su propuesta para modificar el modelo y perdió esa votación en el Parlamento. "Debe ser consciente de que no tiene una mayoría amplia para lograrlo y propiciar el desbloqueo". Haciendo, pues, ese "esfuerzo".

Aliviar el 'hachazo' a las eléctricas

Redondo afirmó el miércoles en Antena 3 que dudaba de que Sánchez pudiera cumplir su compromiso de que los ciudadanos paguen un promedio de factura de la luz semejante al que abonó en 2018. El presidente recalcó que sí, que mantiene su promesa. "Lo vamos a cumplir con las medidas que hemos tomado, pero también con otras medidas que podamos tomar ante la posible desviación de este compromiso", y pese al precio "disparatado" de la luz.

Cuando llegue diciembre, aseguró, los impuestos en la factura habrán bajado un 61% y los costes fijos, un 50%. Pero también es precisa la "pata europea": revisar el funcionamiento del mercado eléctrico, apostar por una reserva estratégica de gas (como se hizo con las vacunas) y analizar la evolución de los mercados de CO2, porque sospecha que en ellos hay "algo de especulación financiera". "Las cosas en Europa por desgracia van lentas —lamentó—, pero hemos contribuido a abrir un debate a nivel europeo".

El jefe del Ejecutivo explicó la medida: que a las eléctricas que firmen contratos con la industria que no incluyan los "sobrebeneficios" por el alza de la energía en el mercado mayorista no se les aplicará la minoración de ingresos. Es decir, no se les aplicará el real decreto ley que este jueves convalidó el Congreso y ante el que el PNV, muy presionado por la industria de Euskadi, se abstuvo.

Sánchez fue preguntado por el fichaje del exedil madrileño Antonio Miguel Carmona por Iberdrola España. Apuntó que él no es quién para decirle a una empresa a quién debe contratar, ni tampoco es nadie para advertir a un "militante socialista" qué ha de hacer, pero sí puede garantizar a los ciudadanos que no es "objeto de ninguna presión de ningún lobi". "Me debo a los ciudadanos, a los empresarios, a los autónomos y a una mayoría amplia que necesita un Gobierno comprometido. Empeño mi palabra que en eso es en lo que estoy", reiteró. Es decir, que Iberdrola no va a amedrentarle por mucho que sume a Carmona.

La inflación, "peligrosa"

La entrevista en La Sexta fue la primera vez en la que se pronunció explícitamente sobre Redondo. Pero sin singularizarlo ni responder a sus palabras. Pero lo primero que hizo fue desmentir que hubiera tenido "contacto" con él, como su exjefe de Gabinete dijo en 'Lo de Évole': "No, no he tenido ocasión [de hablar con él]". Y a continuación le metió en el mismo paquete de los cesados. "Yo he vivido una pandemia como presidente del Gobierno. He tenido a Iván al lado mío, a Miguel Ángel Oliver, secretario de Estado de Comunicación, al lado mío, a Pedro Duque, a José Luis Ábalos, a Carmen Calvo, a José Manuel Rodríguez Uribes, a muchos compañeros que primera o segunda línea han dado lo mejor de sí para ayudar a este país para sobrellevar la mayor calamidad de estos últimos años, una emergencia sanitaria sin igual". Así que solo tiene "palabras de agradecimiento" para el trabajo de Iván, de Miguel Ángel, de Carmen, de José Luis, de Pedro, de José Manuel, de Arancha [González Laya]".

Pero ahora España está en una "etapa nueva" y el equipo necesitaba refresco, porque "hay días que valen por semanas y semanas que valen por meses y meses que valen por años". Está muy "agradecido" a todos los que se fueron y también "muy ilusionado" con este nuevo tiempo en el Gabinete de coalición, dijo.

Sánchez, frente a las declaraciones catastrofistas de Casado, que ve a España en "bancarrota", sostuvo que el país está caminando "con buen rumbo", aunque reconoció que la inflación "está peligrosa" y le inquieta. Pero lo que el Gobierno plantea, insistió, es una "recuperación lo más justa posible", para lo que es vital la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2022. Y se le antoja "difícil" que una formación progresista como ERC pueda rechazarlas. A su vez, rechazó el argumento de la presidenta Isabel Díaz Ayuso de que el Ejecutivo "roba" a Madrid. Lo hace "por estrategia electoral", valoró, porque el Gabinete invierte en becas, vivienda o sanidad y eso revierte también en esa comunidad.

Por último, sobre los abucheos recibidos en el desfile del 12 de octubre, señaló que en lo personal no le gusta que le insulten, pero en lo político tiene "las espaldas muy anchas". "Los símbolos nacionales, la bandera, la fiesta nacional y la Constitución española son símbolos de todos, no son símbolos de una parte de España", recalcó, y apreció como un "error" que avale los "insultos" a la Presidencia del Gobierno, porque estos están "fuera de la democracia", más en un momento en el que se celebra el "día de nuestro país". Y hay que sentirse "orgulloso" de él.

No aclara si autorizó la entrada de Ghali en España

Aún sigue abierta en un juzgado de Zaragoza la causa contra la exministra Arancha González Laya por la entrada, el pasado abril, del líder del Frente Polisario a España, para ser tratado del covid-19. Pedro Sánchez insistió en que el Ejecutivo "cumplió a rajatabla con la legalidad democrática".


Preguntado si fue él quien dio la orden para que Brahim Ghali pudiera volar a España, respondió que el asunto está siendo investigado por la Justicia y por tanto ni puede ni debe pronunciarse. El líder saharaui, reiteró, fue acogido por "razones humanitarias" ya que estaba "a punto de fallecer". "Hicimos lo que hicimos y lo hicimos bien y esperamos que la Justicia nos dé la razón".