El volcán de Tajogaite no se ha apagado. La tregua abierta en las primeras horas de la mañana de ayer con la erupción en reposo se rompió por la tarde y se repitieron los violentos episodios del fin de semana. Sobre todo, en el núcleo poblacional de Todoque. El domingo cayó el campanario de la Iglesia de San Pío X colapsado por la lava, pero el cementerio y la incineradora –ubicados a unos 15 minutos en coche de ese punto– siguen en pie. Una de las coladas, la orientada al norte, se paró en seco a poco más de cien metros de esas construcciones y el milagro aún es posible. "Si no echa a andar de nuevo lo vamos a salvar", deseaba con todas sus fuerzas, justo antes de la reactivación, Adelmo, el sepulturero del camposanto de Los Ángeles (Los Llanos de Aridane).

Delfín, un vecino de El Paso, vio temblar su café como en los días anteriores, pero esta vez no había ruido. El cono del Tajogaite ya no sonaba como los cansinos motores de un avión y su mudez pasó desapercibida hasta que en la puerta del bar se arremolinaron media docena de clientes que alzaron su mirada en busca de la Montaña Rajada. La estructura volcánica no expulsaba lava y tampoco emitía humacera. "¿Se apagó?", repitieron sorprendidos. No. El Volcán Tajogaite duerme, pero no está apagado.

"La colada no está frenada"

Ángel Morcuende, director técnico del Plan de Prevención de Riesgos Volcánicos (Pevolca), confirmó la tregua. "La colada que ayer [por el pasado domingo] bajaba con rapidez por el norte del cono eruptivo se ha dividido en dos dedos", precisó en una comparecencia en la que estuvo acompañado por María José Blanco, directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

La existencia de una pendiente ha relantizado una de las coladas –si se mueve en dirección sur quedará fuera de la trayectoria del cementerio y la incineradora del pueblo de Todoque–, pero "no está frenada", incidió Morcuende. Esa lentitud no se convierte en una garantía para levantar el confinamiento en cuatro núcleos (San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa) de Tazacorte, que es el municipio por el que previsiblemente acabará llegando la lava al mar: la avalancha de material magmático expulsado por el Tajogaite está a unos mil metros en línea recta de la costa.

Los primeros síntomas de descanso que emitió el volcán se detectaron en torno a las 04:10 horas. Y es que el de ayer fue el desayuno más tranquilo desde el inicio de esta crisis volcánica, el pasado 19 de septiembre. "Algo raro pasa porque los pájaros no cantan y los perros tampoco ladran", puntualizó Delfín tres cuartos de hora antes de que una intensa fumarola se elevara unos dos kilómetros de altura por encima de la dorsal de Cumbre Vieja. Pero este no fue el único efecto chimenea que se registró ayer. "Se han repetido a lo largo de la mañana, aunque no todos han podido ser apreciados por los vecinos debido a la gran distancia que existe con respecto al punto de emisión de los gases", explicó Itahiza Domínguez, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional en base al comportamiento que tuvo el Tajogaite .

El tiempo muerto que abrió en la zona cero la mayor crisis volcánica que se ha registrado en España en las últimas cinco décadas coincidió con la localización de un enjambre sísmico de 15 movimientos que se dejó notar hacia la vertiente sur, en la zona de Fuencaliente, –sin que se haya detectado desplazamiento del magma con rumbo al volcán de Teneguía– con una profundidad que oscilaba entre los 10 y 11 kilómetros. Este movimiento se posicionó exactamente en las mismas coordenadas donde se inició la crisis del 11 de septiembre –ese día se verificó la presencia de unos 11 millones de metros cúbicos de magma en el perímetro en el que se concentraron los terremotos–, aunque entonces la distancia fue de entre seis y siete kilómetros y la Red Geodésica Canaria ya hablaba de unas deformaciones en el terreno.

Otro de los datos que dio el comité científico del Pevolca mientras el Tajogaite parecía "dormir" la siesta tiene que ver con los más de 46,3 millones de metros cúbicos de material volcánico que han expulsado desde el inicio de la erupción: esos datos aumentaron en cuanto aparecieron las llamaradas anaranjadas de la tarde-noche.

Durante la comparecencia compartida de Morcuende y Blanco se apuntó como posibilidad que "se hubiera producido un cambio en el conducto que lo alimenta, lo que generaría una disminución de los niveles de gas y un menor aporte del material", explicó la especialista sin aventurarse a lo que podría suceder en las próximas horas. De momento, lo único cierto es que en la zona de Tazacorte siguen confinados unos 300 vecinos –en la Isla hay unos 6.000 delalojados– y el aviso de corte de la carretera de la costa está contemplando en el caso de que se reactive la expulsión de lava. Y eso fue lo que ocurrió al filo de las siete de la tarde. El humo se hizo cada vez más intenso y con la oscuridad, acelerada con el atardecer, volvieron las lenguas de fuegos, las explosiones y, sobre todo, regresó el ruido. Sí. El volcán Tajogaite volvía a rugir con virulencia.

La destrucción volvió a encoger el corazón a los palmeros: las coladas habían arrasado antes de que se reactivara 1,648 fincas catastrales que han sido valoradas en unos 178,4 millones de euros. Esta catástrofe no tiene fin. Tampoco los flujos de magma que siguen ascendiendo. De su capacidad para remontar las coladas que están ubicadas en los bordes del cráter dependerá la evolución de los acontecimientos en las próximas horas. "Hay que esperar a ver si consiguen sobrepasar las que ya se han creado [la acumulación de gases es clave en esas maniobras de empuje] o se generan otras salidas", señala Itahisa Domínguez (IGN) sobre un escenario que vuelve a complicar mucho las cosas en el transitar de esas coladas en dirección al mar.

Delfín: "Hoy no parece tan intenso, pero este se acaba de despertar"

Estas fueron las dos visiones que ofreció ayer el volcán de Tajogaite. Por la mañana, todos se dieron un respiro con el cese de un infierno volcánico –sobre las 15:00 horas se dio un parón que volvió a llamar la atención de los residentes en los municipios de El Paso y Los Llanos de Aridane– que se agitó de nuevo, al igual que en las jornadas anteriores, con la llegada de la noche. "Hoy no parece tan intenso, pero este se acaba de despertar", comenta Delfín al ver que en el borde del cono ya se distinguía un llamativo anillo de fuego. La Isla se dirigía hacia otra larga madrugada, la novena desde que el volcán emergió en la Montaña Rajada. Él y otros vecinos pasenses no pegaron ojo durante la madrugada anterior por el estruendo de las "bombas" que explosionaban sobre la superficie tras salir disparadas contra el cielo desde el interior del cono. "Solo pido que esta noche sea más tranquila que la de ayer", implora con los motores del avión (el ruido del volcán) otra vez en marcha y la lava bajando a toda velocidad.

En su camino se va a encontrar con una pendiente que, en cuanto logre superar, la dejará a las puertas del Atlántico. Aún es difícil de precisar cuándo tendrá lugar el contacto entre las coladas y el mar, pero lo que sí parece seguro es que volverá a generar destrozos de gran calado en las fincas de plátanos y viviendas que encuentre a su paso.

Investigación oceonográfica

En el mar ya están prevenidos. El buque oceanográfico Ramón Margalef, del Instituto Español de Oceanografía, está fondeado desde hace 24 horas frente a la costa de Tazacorte; Eugenio Fraile, jefe de campaña de la investigación da por seguro que la llegada de la lava a ese punto es "inminente".

Fraile cuenta que están haciendo "un estudio topobatimétrico del fondo, es decir, un levantamiento en tres dimensiones del fondo marino, para así poder ver cambios geomorfológicos en el terreno y si existe un abombamiento o fractura", porque la tierra la tienen muy bien caracterizada, precisa, "pero el mar no".

Confinados algunos barrios cercanos a la costa por la posible llegada de la colada al mar

Confinados algunos barrios cercanos a la costa por la posible llegada de la colada al mar Agencia ATLAS | EFE

"Lo estamos haciendo con carácter de urgencia y, sobre todo, en las zonas muy pegadas a la costa antes de que llegue de forma inminente la lava", asevera. El segundo objetivo de este moderno buque de investigación es determinar si hay cambios significativos en el sistema marino. Por ello, recogen muestras de agua y realizan análisis exhaustivos físicos, químicos, biológicos y microbiológicos para determinar si con la llegada de cenizas al medio marino y "la llegada de magma puede provocar algunas variaciones significativas".

"No estamos en un medio marino normal sino en un medio marino de especial sensibilidad porque nos encontramos al lado de la reserva marina de La Palma", explica, "y por eso está el buque para hacer un estudio con muchísimo detalle para determinar qué cambios está habiendo y si los hay intentar minimizar los daños al ecosistema”.

El oceanógrafo físico recuerda que tienen una amplia experiencia en la vigilancia del medio marino porque han estado diez años con el buque Ramón Margalef y el Ángeles Alvariño ( el barco que participó en la intensa búsqueda de los cuerpos de Anna y Olivia tras ser asesinadas por su padre, Tomás Flores), monitorizando los efectos del volcán submarino de El Hierro, ocurrido en 2011.

"Tenemos mucha experiencia en temas submarinos y en temas de recuperación del ecosistema y vimos que en El Hierro hubo una pronta recuperación", de la fauna y la flora del océano. En este caso, el magma avanza lento y está más localizada.

El Ramón Margalef junto al Ángeles Alvariño son de los buques más avanzados de España para medir procesos naturales tanto en el mar como atmosféricos. Aparte de las reconstrucciones batimétricas puede recoger muestras a 6.800 metros de profundidad o grabar imágenes hasta 2000 metros. Están en la zona restringida de navegación cerca de la costa, ahora a una distancia donde hay una profundidad de solo un kilómetro pero han recogido muestras a 14 metros.

El astronauta Thomas Pesquet, uno de los integrantes de la tripulación de la Estación Espacial Internacional, captó el pasado día 22 el volcán palmero desde el espacio. "El resplandor anaranjado de la lava, en contraste con la negrura del océano Atlántico, resulta aún más impresionante. El brillo de la lava parece demasiado cercano al resplandor de las luces de la ciudad", tuiteó el astronauta galo.