No había demasiadas expectativas y la previsión agorera se cumplió. La reunión de la mesa bilateral Generalitat-Gobierno central se convirtió este lunes en un trámite que discurrió en un clima de cordialidad y poco más. La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, prefirió subrayar esa "reconexión" entre Barcelona y Madrid tras tres años sin convocar este órgano y celebró que, por fin, dijo, los dos ejecutivos hablen de "los problemas reales" y no del 'procés'. Le ayudó, sin duda, el acuerdo que se conoció pocos minutos antes para ampliar el aeropuerto de El Prat. Sin embargo, la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, se centró en la falta de avances en los numerosos dosieres abiertos. "Los acuerdos son insuficientes", se quejó. Ambas partes, pactaron un calendario para seguir hablando. Nada más.

La financiación del servicio ferroviario de Rodalies (Cercanías) sigue sin desatascarse. La gestión de las becas, sin traspasarse. Todo queda pendiente para reuniones próximas. Porque eso sí que habrá. Generalitat y Gobierno acordaron que cada mes, entre septiembre y enero, se celebrarán al menos cinco para ir avanzando en estos traspasos y "otros que sean viables". "Cada mes habrá al menos una cita de trabajo", destacó la ministra de Política Territorial.

"No hemos conseguido el objetivo, queríamos muchos más traspasos", afirmó Vilagrà, que ofreció una rueda de prensa junto al vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, en Blanquerna. "Exigimos concreciones y un trabajo mucho más intenso", continuó. La 'consellera' explicó que la mesa bilateral trabaja "aspectos que afectan a la vida del ciudadano" y espera que no se convierta "en una moneda de cambio que se mezclen con la mesa de diálogo" (que se reunirá en septiembre).