La exabogada de Podemos Mónica Carmona se ha amparado en el secreto profesional para no desvelar la identidad de la persona que le transmitió que una asesora de la ministra Irene Montero desempañaba funciones como cuidadora de su hija menor y ha dicho que no lo investigó porque fue cesada.

Carmona, una de los dos exabogados que ha denunciado supuestas irregularidades en Podemos, ha comparecido por videoconferencia ante el juzgado de instrucción número 46 de Madrid, que investiga si Teresa Arévalo, exasesora de la ministra de Igualdad, cuidó de su hija durante la campaña de las elecciones de 2019 con cargo a los fondos del grupo parlamentario.

La denuncia de la exresponsable de Cumplimiento Normativo de la formación, que figura como acusación en la causa donde otro juzgado de Madrid investiga al partido, fue la que dio inicio a este procedimiento, abierto por un presunto delito de administración desleal.

Carmona se ha ratificado en los hechos que denunció en un escrito presentado a comienzos de este año, en el que detallaba que en un viaje electoral a Alicante Arévalo se quedó "al cuidado" de la menor "mientras la señora Montero intervenía en un acto de campaña", y que fue sufragado con cargo del presupuesto de campaña de Unidas Podemos.

Sin embargo, no ha aportado pruebas ni ha querido desvelar la identidad de quien puso estos hechos en su conocimiento, que, según ha recalcado, eran comúnmente conocidos en Podemos, y se ha amparado en su secreto profesional, según informan a Efe fuentes jurídicas.

Ante esa negativa, las defensas de los cargos de Podemos que figuran como imputados han insistido en conocer quién le transmitió estos hechos, algo necesario, según han apuntado, dada su condición como testigo de referencia.

Sin identificar a los denunciantes

En declaraciones a los medios, el abogado Raúl Maíllo ha subrayado que Carmona ha incumplido el Plan de Cumplimiento Normativo del partido al no identificar a los denunciantes y ha subrayado las contradicciones en las que, en su opinión, ha incurrido la exabogada, que no incluyó estos hechos en una denuncia inicial presentada ante otro juzgado.

"No hay nada más allá que dimes y diretes", ha indicado el letrado, que ha hecho hincapié en que "no hay nada que acredite" que Teresa Arévalo "se salió de sus funciones", sino solo "una enemistad manifiesta" por parte de Carmona, "que tiene" otros pleitos por no haber visto satisfechas sus reclamaciones.

No opinan lo mismo desde la acusación que ejerce Vox, cuya vicesecretaria jurídica nacional, Marta Castro, ha manifestado su sorpresa ante el "tono" y la "agresividad" de los letrados de la defensa y de la propia testigo, que muestran, a su juicio, "la guerra interna que tienen en Podemos".

Esta acusación interpreta que la negativa de Carmona a identificar a los denunciantes se debe a las "presiones que siente para declarar".

Según ha indicado Castro a los medios, Carmona "ha reiterado" que, tras conocer los hechos, envió un correo a gerencia y al jefe de seguridad para recabar un informe, si bien no pudo seguir investigando "porque fue cesada fulminantemente".