El ex número dos de Interior Francisco Martínez ha negado este lunes haber ido en 2013 a la sede del PP para hablar con el expresidente del Gobierno Rajoy de Kitchen, una operación que ha vuelto a circunscribir a una investigación policial dentro de la legalidad para detectar cuentas que el extesorero del PP pudiera tener en el extranjero.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, el exsecretario de Estado de Seguridad ha asegurado ante el juez que, cuando se puso Kitchen en marcha, él no hablaba con Rajoy ni nadie del PP, solo con sus compañeros de Interior, y que no fue hasta 2015, al afiliarse al partido para ir en las listas electorales, cuando conoció a la ex secretaria general María Dolores de Cospedal, que declaró como imputada en esta causa a finales de junio.

Por ello ha rechazado que acudiese a ningún tipo de reunión en la sede del PP con Rajoy en relación a Kitchen, lo que ha indicado que se trataba de un dato que quizá se pudiera comprobar con el registro de entrada del partido.

En esta nueva declaración, en la que solo ha querido contestar al juez y a su defensa, ha cuestionado así la veracidad de las anotaciones de las agendas incautadas a Villarejo el pasado octubre y que han motivado que el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón le haya vuelto a llamar a declarar como imputado. García Castellón le ha puesto esas anotaciones, en las que el magistrado aprecia una relación "fluida" entre él y Villarejo, con una nota de octubre de 2019 que le fue intervenida a Martínez en su teléfono titulada "mensajes para trasladar", y en la que afirma que recibió instrucciones "muy concretas", la primera de ellas el 13 de julio de 2013, y que tuvo "presión diaria para obtener y transmitir información".

También apuntó que escuchó muchas veces a su superior, el ministro Jorge Fernández Díaz -también imputado-, decir que ese, el de Bárcenas, era "el asunto más importante" que tenían entre manos. Según las fuentes consultadas, sobre estos apuntes ha respondido que escribió esas cosas por indicación de su terapeuta, ante lo que el juez le ha preguntado si no le parecía curioso que lo que el anotó se corresponda con algunas de las anotaciones de Villarejo.

En ese punto, Martínez ha rechazado que las anotaciones del excomisario sean creíbles y ha manifestado que si fuesen fieles a la realidad figurarían también referencias a otras cuestiones que no aparecen, como que diese la orden de pagar a Sergio Ríos o para la entrada en el taller de la mujer de Bárcenas. De la lectura de los mensajes intervenidos, el juez constata en sus autos la importancia que el asunto tuvo para Martínez, "quien asume de forma directa la obtención de información de forma diaria, resultando especialmente sorprendente que el secretario de Estado se involucre hasta ese nivel en un asunto de esta naturaleza".

Martínez fue el primer alto cargo del PP imputado en Kitchen, y si en un principio negó conocer la existencia de la operación para sustraer documentación al extesorero del PP Luis Bárcenas, finalmente llegó a decir que también estaba al tanto de ella el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz - también imputado y que niega que supiera nada de Kitchen-, lo que derivó en un careo entre ambos.

Según lo declarado por Martínez, Fernández Díaz también conocía esa operación, ya que fue él quien le pidió que comprobase si el exchófer de Bárcenas Sergio Ríos era colaborador policial como demostrarían unos mensajes SMS que aportó al juez y que el exministro negó haberle mandado. Eso sí, Martínez aclaró que nunca interpretó que se hiciese nada ilegal y matizó que lo que realmente se pretendía era localizar la fortuna oculta de Bárcenas en el extranjero y a sus testaferro.