El expresident de la Generalitat, Jordi Pujol, ha aprovechado la publicación de un libro en el que el periodista y exdiputado de CiU Vicenç Villatoro lo entrevista, para pedir "perdón a las personas cercanas", en relación a la confesión del dinero ocultado durante años en Andorra. Perdón también "al hombre joven que yo era hace cincuenta años" y "a mi país". "No con ánimo de rehabilitación. Simplemente, perdón". "He cometido un error y no me puedo liberar de un sentimiento personal de culpa, que no rehuyó. Solo pido que lo que haya de mal en todo esto recaiga en mí y no en el país", añade.

En el libro, titulado 'Entre el dolor i l'esperança' ('Entre el dolor y la esperanza'), Pujol limita los hechos a la existencia de una cuenta opaca en Andorra. Nada más. "Creo que tenía la obligación de cargar más que nadie con el peso del error y la transgresión", describe. Y se autoanaliza: "Yo venía de una escuela de pensamiento que reclama la asunción personal de los errores". En el texto dice sentir "rabia y vergüenza" y acaba atribuyendo el mantenimiento del dinero oculto a lo que describe como "la inseguridad, el miedo" por parte de su padre. Miedo de su padre a la orientación que él había dado a su vida, de cara a la política.

La financiación de Convergència

Pujol niega rotundamente ser un corrupto y haberse aprovechado de ese dinero pero admite que "puede haber casos en los que haya habido actuaciones incorrectas y punibles" en relación a la financiación de Convergència. Y sobre la actuación de sus hijos, Pujol opta claramente por asumir la culpa, si bien sugiere que le han pedido que no asuma los problemas de ellos: "Mas de uno me lo dice y quizás tienen razón. Pero yo soy como soy. Y en todo lo que nos pasa alguna responsabilidad moral debo tener". Entre otras, por no haber sido, añade, "un buen padre".

En la entrevista también se queja de que, tras su confesión, ha habido actuaciones del "'deep state' y el bombardeo de noticias, artículos y comentarios" críticos con él para desacreditar su imagen y criticar su proyecto político. En este sentido se queja de las "informaciones inexactas" o "simplemente falsas. Todo esto potenciado por una voluntad de perjudicar mi imagen política y personal, y también de desacreditar la acción y el pensamiento político que durante más de treinta años se impulsaron desde Catalunya".

Autocrítica sobre el independentismo y diálogo

Pujol reivindica su legado político, intelectual y ético y pide un clima de diálogo en relación a la política actual. Recuerda que nunca ha sido independentista, reivindica su gestión como president y sostiene que "Catalunya no tiene fuerza suficiente para obtener la independencia" por lo que pide diálogo y afirma que Cataluña tiene "todo el derecho" a pedir una revisión de la actitud de España y a plantear la independencia. Pero "también es necesario que estemos abiertos a fórmulas no independentistas que -seriamente y con garantías- aseguren la identidad, la capacidad de construir una sociedad justa y de facilitar la convivencia. ¿Es posible, esto?".