Pablo Iglesias ya no tiene coleta. Se la ha cortado. Una semana después de que abandonara la política, el exlíder de Unidas Podemos ha dejado también atrás su antiguo 'look'. El exvicepresidente, que irrumpió en la política española hace siete años sorprendiendo a todos con su aspecto, ha acabado con ese símbolo de rebeldía que tan ligado estaba a su imagen. Siete días después de su dimisión por los resultados en las elecciones madrileñas del pasado 4-M, Iglesias ha reaparecido en una fotografía con el pelo corto, leyendo un libro al sol, como ha adelantado 'La Vanguardia'.

Fuera ya del partido, sin ocupar ningún puesto orgánico ni institucional, el exlíder morado ha cumplido uno de los deseos que llevaba tiempo rondándole la cabeza: cortarse la coleta, según contaban sus colaboradores este último año. Hasta ahora, abandonar el peinado con el que causó tanto alboroto y que ha sido una de sus señas de identidad, era un tema tabú en el partido morado. Tanto que el pasado verano hubo quienes en su entorno cercano le quitaron esa idea de la cabeza, valga la redundancia. La negociación acabó en el moño que no le daba tanto calor, según él mismo explicaba.

La pasada noche del 4-M, tras obtener 10 diputados en la Asamblea de Madrid y ser la quinta fuerza en el Parlamento autonómico, Iglesias dio su último discurso como líder de Podemos. "No contribuyo a sumar", dijo antes de bajarse de la tarima de la sede morada. Cuando salió de aquella sala, en un ambiente triste, el exvicepresidente aún llevaba la coleta. Desde entonces, no ha vuelto a aparecer en los medios, hasta este miércoles en el que no ha dejado a nadie indiferente con su nuevo corte. El gesto de Iglesias ha dejado a sus críticos sin uno de los apelativos que más usaban para dirigirse al político madrileños: 'El Coletas'.