Los servicios de Farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) está investigando un posible caso de reacción adversa a la administración de la vacuna AstraZeneca en Vigo. Lo comunicó el Hospital Álvaro Cunqueiro, tras atender a una mujer con un cuadro clínico de trombosis.

La paciente, de 63 años, sufrió una trombosis en una vena del riñón. Ingresó la semana pasada tras acudir a Urgencias del complejo de Beade y ahora es atendida por el Servicio de Medicina Interna. Evoluciona de forma favorable.

Vigo se desmarca del resto de Galicia

De los datos actualizados por la Consellería de Sanidade este martes se desprende que los casos activos de COVID-19 han descendido ligeramente en Galicia, tras once días de incremento paulatino, y se aligera la presión hospitalaria y los nuevos contagios detectados. Pero el área sanitaria de Vigo no está siguiendo esta tendencia del conjunto de la comunidad. Con dos casos activos más que ayer, alcanza los 734 y continúa a la cabeza de las áreas gallegas.

En la última semana, el ritmo de expansión del virus en Vigo se ha acelerado. La incidencia a 14 días ha subido 30 puntos, los mismos que a lo largo de los 25 días anteriores. Esta demarcación sanitaria está a punto de superar la barrera que marca el riesgo algo de transmisión - 150 casos por cada cien mil habitantes- y en los municipios de más de 20.000 habitantes conllevaría subir las limitaciones a otro nivel.

La preocupante situación de la ciudad será uno de los temas a tratar en el comité clínico que asesora a la Xunta y que se reúne este martes: si las cifras no mejoran, la recomendación de los asesores será el cambio en el nivel de restricciones. Y viendo los datos que arroja la última semana, -incidencia superior a 75 casos por cada 100 mil habitantes- parece lógico que Vigo pase al nivel medio, lo que implicaría reducir los aforos de la hostelería, del 50% al 30% en interior; y del 75% al 50% en terrazas.