El Govern prepara un plan de reapertura y desescalada vinculado a la evolución de los datos epidemiológicos, que sería asimétrico dependiendo de la situación de los territorios, y admite que el "toque de queda" no podrá aplicarse si finalmente decae el Estado de alarma el próximo 9 de mayo.

El declaraciones a Rac1, la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, ha explicado que el ejecutivo catalán trabaja en este plan de desescalada gradual semejante al del pasado otoño.

Budó ha defendido que si se consolida la estabilización de los datos epidemiológicos de los últimos días y se inicia una tendencia a la baja de los mismos, junto al proceso de vacunación que ya está "teniendo efecto", el Govern tiene que comenzar a diseñar un plan de reapertura y de desescalada gradual para implementar siempre que las cifras "lo acompañen".

Este plan, ha dicho la consellera, sería asimétrico como ya se hizo el pasado año, con medidas "no tan generalizadas" sino "más territoriales.

En este punto, ha recordado que en 2020 el Govern hizo intervenciones "quirúrgicas" en determinados territorios como el Conca d'Òdena o las comarcas del Segrià.

Ha admitido que sin el paraguas del Estado de alarma "no se puede aplicar" el "toque de queda": "Fue una de las razones principales de este segundo Estado de alarma. El Govern no tiene capacidad reguladora para aplicarlo", ha dicho.

En este sentido, ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de "irresponsabilidad", puesto que la pandemia "está plenamente entre nosotros", y tacha sus intenciones de "electoralistas" y no "sanitarias".