José Ángel Fuentes Gago y Bonifacio Díez, inspectores jefes de la Policía Nacional y considerados integrantes de la denominada "policía política", han asegurado en el Congreso que no tienen nada que ver con el caso Kitchen, la supuesta operación de espionaje a Bárcenas orquestada por Interior en 2013 para destruir documentos comprometedores para el PP.

Ambos agentes, considerados de confianza del exdirector adjunto operativo Eugenio Pino e imputados en el procedimiento que se sigue en la Audiencia Nacional, han comparecido este jueves en la cuarta sesión de la comisión parlamentaria del caso Kitchen y han negado conocimiento alguno sobre ella salvo por lo que los dos pudieron leer en la prensa.

Los dos han explicado que trabajaron en la DAO. Fuentes Gago, como su jefe de gabinete en calidad de "analista" desde mayo de 2014 hasta septiembre de 2015 y Díez, en comisión de servicio y funciones "administrativas" y de apoyo al DAO desde el verano de 2014 hasta julio de 2016.

"Yo no tengo nada que ver con la operación Kitchen. No conozco a Sergio Ríos, ni he hablado con él", ha dicho Fuentes Gago en alusión al chófer del extesorero del PP Luis Bárcenas que presuntamente recibió todos los meses 2.000 euros procedentes de los fondos reservados a cambio de expiar al dirigente político.

Al respecto, el inspector jefe jubilado Díez Sevillano ha afirmado que supo de esa operación a través de la prensa.

Pese a su imputación, ha dicho que está "plenamente tranquilo" al respecto. De hecho, ha afirmado que ni siquiera se ha "molestado" en leer el sumario, "aunque parezca extraño", y sabe del caso a través de lo que ha leído en la prensa.

"Tengo la conciencia tranquila, porque sé lo que he hecho y que, como no he hecho nada, no me puede venir nada malo", ha asegurado.

El inspector ha indicado que no conocía ni a Luis Bárcenas ni a su chófer, Sergio Ríos, y que está imputado "por proximidad" al que fuera número dos de la Policía.

Ninguno de los dos ha aceptado preguntas sobre el uso de fondos reservados (están imputados por malversación de fondos públicos) por ser una materia considerada secreta.

Ambos han reconocido tener amistad y haber trabajado juntos en el Sindicato Profesional de Policía y también han ofrecido versiones similares sobre su relación con el comisario José Villarejo, pieza clave en el presunto espionaje a Bárcenas.

"Buenos días, buenas tardes y poco más" es lo que, según ha indicado Díez Sevillano, hablaba con Villarejo cuando se cruzaban en la DAO. No ha querido opinar "ni bien ni mal" sobre él porque "es un compañero" y quiere respetar su presunción de inocencia.

Fuentes Gago ha afirmado que antes de llegar a la DAO en 2014 no conocía de nada a Villarejo y que nunca tuvo una relación de jerarquía o subordinación con él ni le encomendó ninguna tarea.

Una de sus labores en la DAO fue el informe sobre la compatibilidad de las actividades privadas de Villarejo con su labor policial después de que se publicara, en marzo de 2015, que acumulaba un patrimonio millonario con múltiples sociedades.

Ha admitido que ese informe lo hizo con información "muy limitada" -algunos diputados le han reprochado que ni siquiera visitara el Registro Mercantil para hacerlo- y ha opinado que lo verdaderamente relevante es que la información relativa a Villarejo se filtrara a la prensa, algo que ha pedido investigar en múltiples ocasiones sin ningún éxito.

Tanto Fuentes Gago como Díez Sevillano dejaron la DAO tras la salida de Pino en 2016 y fueron destinados como agregados de Interior en las embajadas de Países Bajos y México tras recibir sendas medallas pensionadas, lo que alguno de los parlamentarios han llegado a calificar de "regalo".

Díez Sevillano ha negado la existencia de una policía política al asegurar que esa expresión no se corresponde con la realidad de la Policía Nacional "creo que los funcionarios de policía son funcionarios al servicio de los ciudadanos, no son policías de uno u otro partido político".

Al respecto, Fuentes Gago ha asegurado que "en absoluto" se siente parte de esa policía política y se ha negado a hablar de ninguna operación en las que pudo participar, como el viaje a Nueva York en 2016 en el que fue grabado pidiendo informes para elaborar un dossier contra el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

"Comprenderá que no tiene mucha credibilidad" al negar haber conocido el caso Kitchen, le ha dicho al respecto el diputado de Unidas Podemos Rafael Mayoral.