La candidata de Junts per Catalunya (JxCat) a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, Laura Borràs, es desde este viernes la nueva presidenta del Parlament, elegida en segunda vuelta por la mayoría independentista pero sin el apoyo de la CUP. En su discurso inaugural, tras la votación de una Mesa con mayoría independentista y dos puestos para el PSC, la nueva presidenta ha planteado que la legislatura sea un punto de inflexión hacia la independencia y ha prometido blindar el Parlament de "injerencias" de otros poderes del Estado. Ha descrito la justicia española como "venganza" y ha criticado la "guerra sucia" estatal contra Cataluña, al tiempo que ha reclamado el uso del catalán, en un discurso sin una sola mención a su antecesor, el republicano Roger Torrent. El resto de la mesa se ha completado formando una mayoría independentista, con presencia de un secretario de la CUP, más dos diputados del PSC, Eva Granados -vicepresidenta- y Ferran Pedret -secretario.
"Pienso defender el cumplimiento del mandato electoral del 14F, en democracia la ley es la que se ha de adaptar a la voluntad popular y no al revés, podemos legislar sobre todo lo que esta mayoría de la Cámara decida, el único límite que tiene este Parlament es la aspiración que nosotros representamos y llegaremos hasta donde los ciudadanos nos lleven", ha afirmado. En este mismo sentido ha prometido "mantener la inviolabilidad del Parlament, su independencia, no permitiendo injerencias del ejecutivo ni del judicial, quede dicho como declaración de intenciones".
El discurso no ha sido del agrado incluso de voces como republicanas, con ausencia de referencias a Torrent y sí a Carme Forcadell y elogios hacia los 'expresidents' Puigdemont y Torra, que ha entrado a la sala tras la intervención para saludar a Borràs mientras la mayoría de diputados salían ya tras el acto.
La nueva presidenta del Parlament ha justificado su decisión de no estar en el Govern porque considera que no se trataba de optar por un camino "más confortable". Pese a ello su renuncia a estar bajo el Ejecutivo que pueda presidir el republicano Pere Aragonès se interpreta también como un paso atrás.
Las votaciones
En la primera votación, Borràs ha obtenido 65 votos, de Junts y ERC, frente a los 42 de la socialista Eva Granados (a la que han apoyado Ciutadans y el PP), los 11 de la diputada de Vox María Garcia Fuster y los 8 de Joan Carles Gallego, de los 'comuns'. En la segunda votación, Borràs ha obtenido 64 votos (los de Junts y ERC, sin el apoyo de la CUP) frente a los 50 de Granados, 18 votos en blanco y dos nulos.
La nueva presidenta sustituye en el cargo al republicano Roger Torrent. Borràs, nacida en Barcelona en 1970, es doctora en filología románica y entró en política hace tan solo tres años de la mano de Junts per Catalunya. Tras ocupar la 'conselleria' de Cultura del Govern independentista de Quim Torra, Borràs fue la candidata de JxCat en las elecciones generales y posteriormente ha encabezado la lista de Junts, el nuevo partido del 'expresident' Puigdemont, en las elecciones catalanas del pasado 14 de febrero.
La vía unilateral
Borràs defiende la vía unilateral hacia la independencia de Cataluña y en su campaña electoral propuso volver a ejercer la declaración unilateral, y así lo ha demostrado en su discurso inaugural. Por la gestión de contratos informáticos cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes, Borràs está siendo investigada por corrupción, un caso que ella atribuye a la "represión" del Estado. La CUP ha mostrado reservas respecto a su acceso a la presidencia del Parlament. Fuentes de ERC, socialistas y de los 'comuns', consultadas sobre el perfil de la nueva presidenta, prevén que, junto a Jaume Alonso-Cuevillas, que será secretario de la Mesa, imprima una presidencia marcada por los choques institucionales con el Estado en relación al 'procés'.
La votación de Borràs ha sido la primera que se ha celebrado, en voto secreto en urna, en la sesión constitutiva de la XIII legislatura del Parlament, que se celebra en el auditorio y no en el hemiciclo de la Cámara para preservar la distancia de seguridad entre los diputados.
