"Hay que romper la imagen que tenemos ahora mismo, que es de caída libre". "Tenemos que actuar con humildad". "Se equivocó al insultar a Santiago Abascal en el debate de la moción. Sobreactuó y ahora Vox se ha reído de él". "¿Con qué autoridad va a ir ahora Teodoro García Egea a los congresos provinciales a imponer a sus candidatos, como ha hecho en Valencia?" Los comentarios son de dirigentes del PP que ven con preocupación la debacle del partido en las elecciones catalanas, donde la fuerza de ultraderecha les ha empujado a la esquina del Parlament: 11 diputados contra tres. La mayoría de los políticos accedieron a hablar con este diario solo de forma anónima. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el barón autonómico con más poder, el único que ha conseguido mantener a Vox a raya en su autonomía con un discurso rotundo contra los ultras desde el primer día, lo hizo en público y le dejó un recado a Casado, horas antes de que, este martes, se reúna el comité ejecutivo nacional en la sede de Génova: pidió a sus compañeros "examinar" las causas de la derrota y "hacer una reflexión" sobre el papel que el partido debe tener en el Parlament, para ser una "presencia útil".

Feijóo, el eterno candidato a la Moncloa que no quiso dar el paso de liderar el partido cuando Mariano Rajoy dimitió en 2018, no fue a por Casado. Cuando la prensa le preguntó si cree que debe tener consecuencias en su liderazgo, respondió que cada cita electoral tiene características propias y no son "extrapolables".

Los veteranos, barridos

Sin elecciones a la vista y con juicios todavía pendientes por corrupción, ni los críticos esperan ahora que haya una revuelta contra Casado. Diputados y dirigentes territoriales sí que señalan la pérdida de poder interno, justo cuando se van a abrir procesos congresuales provinciales y regionales, y esperan cambios en la cúpula actual (compuesta por el secretario general, Teodoro García Egea; el portavoz nacional, José Luis Martínez Almeida, y los vicesecretarios Ana Beltrán, Antonio González Terol, Elvira Rodríguez, Ana Pastor, Pablo Montesinos y Jaime de Olano). El único objetivo, señalan, debe ser "relanzar el proyecto" y "mostrar que se toma nota del envite de Vox". Podría hacer como Rajoy en 2015, tras la debacle conservadora en las elecciones municipales y autonómicas de aquel mes de mayo. El entonces líder del PP introdujo la figura del coordinador general, con Fernando Martínez Maillo, y nombró vicesecretarios a Javier Maroto, Andrea Levy y al propio Casado. La diferencia, afirma un parlamentario con colmillo, es que entonces el presidente gallego facilitó la entrada de sabia nueva, ahora Casado debería hacer justo lo contrario, después de haber apartado a los veteranos.

El plasma, en casa

El cónclave de los populares se realizará de forma telemática, de manera que los barones territoriales se conectarán con la sede del PP, donde estarán los miembros de la cúpula, los portavoces en el Congreso y el Senado y el candidato a la Generalitat, Alejandro Fernández. No parece la mejor manera de fomentar el debate interno. La prensa no podrá acudir al edificio y deberá seguir el discurso de Casado por YouTube y otras plataformas internas que facilita el partido. La pandemia lleva el plasma a casa.