El abogado de Luis Bárcenas, Gustavo Galán, ha aprovechado el trámite de cuestiones previas para plantear al tribunal que este lunes ha comenzado a juzgar la caja b del PP la posibilidad de realizar un careo entre el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que está previsto que declare como testigo, y el extesorero del Partido Popular, que se enfrenta en esta causa a una petición fiscal de cinco años de cárcel, aunque las acusaciones elevan la solicitud a una veintena de años.

En su turno, el letrado solicitó la testificar de Rajoy, pero ya está admitida porque en su día la solicitaron las acusaciones, y en caso de contradicción evidente entre el acusado y el testigo planteaba la posibilidad de realizar un careo, una petición que es complicado que se acepte por la habitual falta de eficacia de esta diligencia y la diferencia de circunstancias en que se produce, al tratarse de un acusado, que puede mentir para defenderse, y un testigo, obligado a decir verdad. Galán lo solicitó declarándose poco amigo "de generar un circo".

La paradoja de la 'Kitchen'

Y en cuanto a las pruebas que se le piden a Bárcenas para demostrar su intención de colaborar con la justicia, anunciada en la confesión que envió a Anticorrupción, Galán se escudó en la 'pieza kitchen' y en el robo de documentos, pendrive y grabaciones que se le robaron.

"Ha tenido una ingente documentación, papeles, pendrives y que le han sido sustraídas y no porque lo diga él, sino porque es objeto de una investigación como es la 'operación kitchen' y hay indicios de que algunos miembros del gobierno y de la política indiciariamente habrían participado en ello. Y con fondos reservados, lo que es más grave. De ese déficit, no es culpable por lo que se ve el señor Bárcenas. Y sería paradójico que se le hiciera", argumentó Gustavo Galán.