La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no tenía ninguna intención de pasar desapercibida en su visita de dos días a Barcelona. Al final de esa estancia, en la que se ha reunido con empresarios y entidades que defienden la unidad de España, ha explicado sus impresiones y, sobre todo, ha seguido lanzando frases mordaces contra la "armonización fiscal" que negociarán el Gobierno y ERC.

Ayuso ha recuperado una frase de Gabriel Rufián, el portavoz de ERC en el Congreso, contra "el paraíso fiscal de facto que la derecha se ha montado en Madrid" para darle la vuelta. "Rufián tiene razón en algo. Madrid es un paraíso, pero de libertad y respeto a los ciudadanos, no de imposición política", ha dicho.

La presidenta madrileña ha demostrado que está dispuesta a convertirse en "la peor pesadilla" de quienes cuestionen el modelo impositivo de la comunidad, en el punto de mira del Gobierno por favorecer el ‘dumping’ fiscal. Por ejemplo, y sin explicar cómo ha hecho sus cálculos, ha afirmado que "si fuera por el ‘economista’ Rufián, las familias madrileñas pagarían 2.000 euros más al año".

Un pacto "desleal"

Un pacto "desleal"En su opinión, la palabra "armonizar" genera un "debate falso", porque lo que buscan en realidad Gobierno y ERC es "subir los impuestos en Madrid". "Hay una imposición directa y un ataque frontal contra Madrid. Es desleal, un día nos dimos un pacto para que las comunidades tuvieran cierta libertad para decidir sobre los impuestos. Los independentistas van de frente, el problema es cuando el Gobierno de España no hace nada para detenerlo", ha insistido la presidenta.

"Después de los ataques de Rufián y otros contra la fiscalidad de la comunidad qué mejor que venir a este escenario para explicarles a los catalanes que lo que están soportando ellos es un negocio, el del independentismo, que dura muchas décadas y que está empobreciendo la convivencia en Cataluña", ha añadido.

Curiosamente, esta contundente toma de posición de Ayuso en la política nacional se ha producido el mismo día en el que el líder de su partido en España, Pablo Casado, visitaba también Cataluña. En su caso estaba en Tarragona, acompañando al candidato de los populares en las próximas elecciones catalanas, Alejandro Fernández.

"La economía también es salud"

Ayuso también ha defendido sin complejos la manera de enfrentarse al coronavirus en la comunidad de Madrid, que en ocasiones ha chocado con las ideas sobre la lucha contra la pandemia que tenían otras autonomías o el Gobierno. "La vida es lo primero, pero la economía también es salud", ha dicho en este sentido, tras afirmar que los restauradores con los que se ha reunido le han preguntado cómo lo han hecho para no cerrar allí bares y restaurantes.

Pese a que solo se ha reunido con entidades que pueden definirse como no hostiles a los populares -porque no va a "perder el tiempo" con los que defienden "el empobrecimiento y la tiranía"- , Ayuso ha asegurado que en esta visita ha percibido en Cataluña "algo diferente, porque la gente ya no puede más". "Cuando llegan problemas de verdad, auténticos, cuando hay que gestionar presupuestos y no sentimientos, la mayoría de la sociedad ha pedido libertad, que se les escuche", ha asegurado.