"No hay ningún acuerdo de Gobierno, ni ninguna voluntad de hacer sociedad [con Bildu] para el Gobierno". Las palabras de José Luis Ábalos, número tres de la nomenclatura socialista y ministro de Transportes, no podían ser más tajantes. Las pronunciaba este lunes tras la reunión de la ejecutiva en Ferraz, justo después de varios días de ruido interno consecuencia del acercamiento del Gobierno de coalición a la formación de Arnaldo Otegi para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021.

Sin embargo, hasta ahora el PSOE no había renegado de ese término: pacto. Había dado por buena la negociación con la izquierda aberzale. No salió tampoco a desmentir a Otegi cuando, el miércoles pasado, anunció que su grupo estaba muy próximo a apoyar las cuentas del año próximo, afirmación que de inmediato celebró el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, para quien era una buena noticia que el bloque de investidura se refuerce, que sea "de legislatura y de dirección de Estado".

Este lunes, el secretario de Organización rebajó esa aproximación a Bildu. "No hay pacto. Lo que ha habido es una actitud de un grupo que no se ha sumado a las enmiendas de totalidad. No hay ningún acuerdo", insistió, recordando que también PP y JxCat coincidieron en el rechazo a los PGE y no por ello se habla de alianza. En varias ocasiones, Ábalos reiteró que no hay más acuerdo con los de Otegi "más que estar en el debate de las enmiendas", y a partir de ahí empieza una negociación sobre las propuestas de los grupos que nadie sabe cómo acabará.

Puede hacer "lo que quiera"

Bildu, por tanto, como Cs, apuntó, rechazó las enmiendas de devolución que no tenían más finalidad que "obstruir" la posibilidad de que España disponga de unas cuentas ajustadas a la realidad de la pandemia. "No hay ninguna garantía de que vayan a apoyar los Presupuestos", llegó a afirmar. La izquierda aberzale "está en su derecho de hacer lo que quiera. No tenemos mecanismos para que no exprese la orientación de su voto".

Ábalos destacó que lo importante es que los PGE siguen ahora su curso, y ahí el PSOE espera que Cs "pueda seguir colaborando, en los contenidos", en las enmiendas parciales. Porque lo que "preocupa a la derecha" es la apuesta por la "estabilidad" que hace el Gobierno y que supondrá la aprobación del texto.