A la preocupación por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus coronavirus se le unió desde el primer momento la incertidumbre por sus repercusiones económicas. Después de que el estado de alarma, endurecido desde ayer con nuevas medidas, hiciera que la mayoría de trabajadores se quedaran en casa, se evidenció que la huella será profunda: cientos de miles de personas se han visto ya afectadas en España por mecanismos de suspensión temporal del empleo. El FMI ha avisado de que la recesión será «tan mala como la del 2009 o peor», aunque esta vez es posible una recuperación rápida a diferencia de aquella crisis tan prolongada.

El Gabinete de Estudios Sociales y de Opinión Pública (GESOP) quiso conocer la semana pasada el estado de ánimo de los ciudadanos. En materia económica, el sondeo, elaborado mediante 671 entrevistas telefónicas, apunta a que la mayoría de españoles piensan que la crisis no se prolongará demasiado.

Un año de bache

El 35,8% de los que respondieron entre el 25 y el 27 de marzo opinaban que la recuperación económica llegará en menos de un año, mientras que el 23,1% creía que costará entre uno y dos años salir del bache. Los más pesimistas, que piensan que la situación se alargará más de dos años, eran un 30,6%.

También hay espacio para un cierto optimismo en cuanto a la evolución de la pandemia. El 35,2% opinaba al final de la semana pasada que 15 días después la situación sería mejor, mientras que el 20,7% creía que iría a peor. Pese a eso, más del 90% mostraba mucha o bastante preocupación por la incidencia del coronavirus en la sociedad.

El GESOP se interesó también por las derivadas políticas de la crisis y por cómo están viviendo personalmente los españoles un encierro que es mayoritario: si entre el lunes y el miércoles el confinamiento alcanzaba a un 89%, esa cifra subió hasta el 91% el viernes. Y eso sucedía un día antes de que el Gobierno central decidiera que todos los empleados en sectores no esenciales se quedaran en casa. Por ahora, la ciudadanía aguanta: más de un 56% dice que afronta bien el confinamiento, mientras un 14,8% ya respondía, en los últimos días de la semana pasada, que lo llevaba mal.

El Gobierno no sale bien parado del sondeo. Antes de endurecer las medidas de confinamiento el pasado lunes de madrugada, la imagen del Ejecutivo se había deteriorado durante la semana. Al principio eran más (44%) quienes creían que estaba gestionando bien la crisis que quienes creían (31,6%) que lo hacía mal, pero es una tendencia que se fue volteando. A finales de semana, solo un 32,5% aprobaba al Ejecutivo, frente a un 38,4% que lo suspendía. El resto se mostraron neutrales.