El Gobierno pone en marcha a la industria española para luchar contra el covid-19 ante la falta de mascarillas, batas, respiradores o geles desinfectantes. En lo que fuentes del Ejecutivo califican de 'operación de Estado', el Ministerio de Industria ha puesto manos a la obra a las principales asociaciones de productores para reorientar su actividad manufacturera a la fabricación a gran escala de material sanitario.

Así lo ha desveló ayer la propia ministra Reyes Maroto, después de reunirse el lunes con once asociaciones industriales. En una videoconferencia, la patronal digital (Ametic), la de la automoción (Anfac), la papelera (Aspapel), la farmacéutica (Farmaindustria), la de corte y confección (Fedecon), la química (Feique), la de la tecnología sanitaria (Fenin), la de la industria alimentaria (Fiab), la cementera (Oficemen), la de los bienes de equipo (Sercobe) y la de componentes (Sernauto), así como las secciones industriales de UGT y CCOO, expresaron su compromiso en esta gran misión de lucha contra el coronavirus.

Todos los colectivos que trabajan expuestos al virus reclaman la escasez de material homologado, incluido el personal sanitario que suma más de 4.000 contagiados. Muchos países compiten en el comercio mundial por la compra de los mismos productos en un mismo mercado, el chino. La especulación, la falta de homologación, la baja calidad, los largos procesos burocráticos... en la compra de productos a China no han dejado otra opción al Ejecutivo que apostar por la fabricación 'made in Spain'.

El autoabastecimiento es lo que nos va a garantizar tener estos productos durante estas semanas y meses, advirtió ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en coordinación con Sanidad, ha liderado esta iniciativa que busca fabricar todo el material necesario en territorio nacional para alcanzar no solo a los profesionales más expuestos, sino al conjunto de los 47 millones de españoles.

Por un lado, aquellas empresas especializadas en control sanitario que fabrican habitualmente este tipo de material, como Hersill o Temel, aumentarán su producción. Y, por otro, el resto de sectores industriales, que nada tienen que ver con el ámbito sanitario, se sumarán a la idea de autoabastecimiento adaptando sus procesos a las homologaciones pertinentes.

Varias mascarillas y productos para higiene en una farmacia. CÓRDOBA

GRAN VOLUMEN

Un ejemplo es la fabricación de batas desechables por parte del fabricante de componentes de coches Antolín o la creación de mascarillas higiénicas y batas en fábricas textiles (Fedecom). También, el desarrollo de geles desinfectantes en empresas de cosmética, perfumes o bebidas espirituosas o la adaptación de la producción mediante impresión 3D como el caso del Consorcio Zona FrancaSEAT-HP-Leitat. Otra muestra, la eliminación de residuos que genera la industria sanitaria por parte del sector del cemento.

Se trata de fabricar productos homologados por las autoridades sanitarias y hacerlo en grandes volúmenes de producción, según coinciden fuentes de la reunión. Hablamos de una industria de guerra que cambia sus procesos productivos para salir de esta crisis, resumió Maroto. En línea con la vicepresidenta Nadia Calviño, que el lunes descartó el cierre total de la actividad económica, Maroto calificó a la industria como indispensable en estos momentos.

Es fundamental tener una reserva estratégica de este tipo de productos de cara al futuro, añadió. Además de la importancia para el país, a futuro, la adaptación de esas líneas de producción podrían servir para abastecer a otros países que van con más retraso en la lucha contra el coronavirus, como es el caso de todo Latinoamérica.

MULTINACIONALES DEL IBEX-35

Pero no solo la industria ha salido al grito de socorro del Ejecutivo. También las grandes empresas del Ibex-35 han puesto en funcionamiento toda su artillería con el fin de desatascar las compras de material a China. BBVA, Iberdrola, Inditex, Santander y Telefónica han acordado poner toda su logística y capacidad de negociación para adquirir material y donarlo al Estado, según fuentes empresariales.

Las oficinas comerciales de España en el exterior (ICEX) llevan diez días, desde que se inició la pandemia, poniéndose en contacto con los proveedores de materiales del país asiático pero el proceso está siendo complicado. Fuentes del Ejecutivo advierten sobre la dificultad de identificar proveedores fiables, así como de la elevada burocracia a la que está sometida el Gobierno en los procesos de compra.

El procedimiento de las multinacionales es mucho más ágil para realizar adquisiciones inmediatas, como es necesario en una situación de emergencia, por lo que estas cinco empresas han decidido coordinarse para ver cómo puede ser más útil en su aportación de proveedores y recursos, en conexión con la logística de Inditex que es quien tiene canal directo con China.