La resaca de las frustradas negociaciones de investidura continúa marcada por los continuos ataques entre el PSOE y Podemos, pero de forma más cruenta, ahora que todo ha saltado por los aires y España ha entrado de lleno en la precampaña para las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. Si este viernes por la mañana Pablo Iglesias ha acusado a Pedro Sánchez de mentirle sobre su voluntad de gobernar en coalición con los morados (si me arrepiento de algo es de confiar en su palabra: me mintió, ha dicho en Antena 3), horas después el Ejecutivo en funciones ha pasado a la carga.

Sánchez en absoluto mintió a Iglesias, ha señalado en la Moncloa la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá. Ustedes lo vivieron, ha incidido.

Los socialistas subrayan que la oferta fue sincera y que Podemos entra en contradicción cuando acusa al presidente de mentir y al mismo tiempo defiende que no querían sillones por el hecho de tenerlos, porque si así fuera hubiesen aceptado la oferta que el líder del PSOE les hizo en julio, que incluía una vicepresidencia y tres ministerios.

LAS EXPECTATIVAS

Esa propuesta está enterrada por completo. El entorno de Sánchez confía en no tener que rescatarla después del 10 de noviembre. Sus mejores cálculos pasan por sumar solo con Podemos y el PNV, sin tener que necesitar a los partidos independentistas catalanes, pero con los morados por debajo de los 42 escaños que obtuvo en abril, algo que podría desactivar su propósito de entrar en el Ejecutivo.

Un día después de que Sánchez rechazara con una contundente frase la intención original de Iglesias de controlar ministerios de la importancia de Hacienda y Transición Ecológica (yo sería presidente del Gobierno, pero por la noche no dormiría tranquilo, ni tampoco el 95% de los ciudadanos, incluidos muchos votantes de Podemos, señaló), Celaá ha dado un nuevo portazo a las intenciones de Podemos. Se les ofreció un gobierno de coalición. Ellos no fueron capaces de valorar lo que se les ofreció. Si uno no valora lo que tiene tratándose, del gobierno de España, cómo puede ser depositario de la confianza para gestionar, ha dicho la portavoz.