El culebrón de los audios del excomisario José Manuel Villarejo sigue avanzando. Primero afectaron al rey Juan Carlos, después a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, y ahora a la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro. Y, de rebote, al nuevo presidente del PP, Pablo Casado, que por ahora contiene el aliento. La nueva entrega de las grabaciones, que publicó este martes el digital Moncloa.com, golpea directamente a la exnúmero dos del PP: sacan a la luz una reunión secreta entre ella y el expolicía en la misma sede del PP el 21 de julio de 2009 para hablar del caso Gürtel.

El digital da a conocer que el expolicía acudió a Génova en un coche del PP a través del párking para no ser visto y subió a la séptima planta cuando el edificio estaba casi vacío. Allí tuvo lugar una reunión de más de hora y media, en la que Cospedal trató asuntos relacionados con la investigación judicial que ponía a su partido en el disparadero por la corrupción. Del contenido de lo que se habló no se sabe todavía nada, ya que los audios reflejan el inicio y el final de la reunión. Eso llegará en posteriores entregas.

TENSIÓN EN GÉNOVA / El secretario general del PP, Teodoro García Egea, explicó que ha hablado con Cospedal del asunto. El número dos del partido pidió calma y dijo que «el contenido conocido hasta ahora» no supone «ningún delito». Repitió tantas veces «hasta ahora» que quedó claro que esperan en tensión el detalle de lo hablado aquel día en Génova. La diputada acudió a votar por la noche al Congreso y afirmó que no está preocupada por el contenido de aquella charla, porque no ha «mentido» ya que admitió desde el principio que conocía al excomisario. «No creo que ese tema tenga más trascendencia que unas conversaciones privadas que salen a la luz», dijo. Cospedal aseguró sentirse «absolutamente» respaldada por el PP.

A ese cónclave secreto también acudió López del Hierro, que, como reveló esa misma web, llevaba más de un mes viéndose con el excomisario en una cafetería. En estos encuentros, el empresario recibió supuestamente información privilegiada sobre los casos Gürtel, Brugal y Umbra.

En 2009, un año después de alcanzar la secretaría general del partido, Cospedal se encontraba en el arduo camino judicial al que se ha tenido que enfrentar la formación popular durante los últimos años. Justamente al día siguiente de la reunión con Villarejo aquel julio, el extesorero Luis Bárcenas acudió al Supremo a declarar y negó que fuera el «Luis, el Cabrón» del caso Gürtel. Cospedal fue la encargada de apartar a Bárcenas del partido, algo que le reconocen todos sus compañeros. Sin embargo, sus actuaciones no fueron del todo transparentes a la hora de enfrentarse a la corrupción. Según El País, en esa reunión Cospedal preguntó al expolicía por Bárcenas y dirigentes de la Comunidad de Madrid.