Manuel Valls no se sentará en los bancos de la oposición municipal. Su compromiso político con Barcelona solo tendrá continuidad más allá de las elecciones municipales de mayo del 2019 en caso de que logre ser alcalde de la ciudad. Valls, que el pasado martes presentó públicamente su candidatura, ha aclarado en una entrevista a una cadena de televisión francesa lo que quedó algo confuso hace una semana. ¿Dejará la política en caso de que no consiga ser alcalde? “Sin duda”, ha respondido el exprimer ministro francés.

La posible duda la sembró él mismo cuando en el altillo del CCCB, el día que anunció lo que ya era un secreto a voces, su candidatura, afirmó: “Sobre mi futuro los próximos meses quiero ser muy claro. Vivo en Barcelona y doy clases en ESADE. Trabajaré. Pase lo que pase me quedaré. Soy barcelonés. Es, por delante de todo, una opción personal, una opción de vida. Lo digo con mucha emoción”.

De sus palabra de aquel día se dedujo que estaba dispuesto a soportar las inclemencias de la vida en la oposición municipal. Ahora ha aclarado que no es así. A lo que se refería, según ha puntualizado en la entrevista concedida a la cadena BFMTV, es que suceda lo que suceda no se irá de Barcelona, porque llegado a este punto de su trayectoria personal y política “es una opción de vida”.