El Gobierno español ha informado esta tarde de que ha decidido expulsar a dos diplomáticos de la Embajada rusa en Madrid como represalia por "el atentado perpetrado en Salisbury mediante el empleo de un agente neurotóxico". Este hecho, afirma el Ministerio de Exteriores en un comunicado, "es un hecho de extrema gravedad" que representa "una seria amenaza" a la seguridad colectiva y al Derecho Internacional.

Esta misma mañana, EEUU, Canadá y 14 países de la Unión Europea han llevado a cabo esta misma medida en sus respectivos territorios. El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, ha dicho que es "la más grande expulsión colectiva de oficiales de inteligencia rusos" de la historia, y que Rusia "no puede romper las reglas internacionales impunemente".

Moscú "reaccionará", indicó el Ministerio de Exteriores ruso en su página web. El portavoz del Kremlim dijo que será el presidente, Vladimir Putin, quien decida qué tipo de reacción será.