Los Mossos tuvieron que realizar numerosas cargas policiales para disolver a las miles de personas que se concentraron frente a la Delegación del Gobierno en Cataluña tras conocer el auto de prisión dictado por el juez del Tribunal Supremo para los cabecillas del proceso secesionista, entre los que se encontraban Jordi Turull, candidato a la presidencia de la Generalitat, y la expresidenta del Parlamento de Cataluña, Came Forcadell. Tras conocerse el encarcelamiento se fueron concentrando en el entorno de la Delegación del Gobierno cientos de personas con banderas independentistas y carteles exigiendo la libertad de los presos. Los Mossos exigieron la retirada de los manifestantes, produciéndose momentos de tensión que terminaron con las cargas policiales. También en muchas calles de Barcelona se produjeron caceroladas que duraron varias horas.