El Gobierno que lideraba Carles Puigdemont, ahora cesado en su totalidad, empleó monedas virtuales, criptodivisas, el llamado bitcoin, para pagar a Amazon y a Google, empresas de software claves en la organización del referéndum del 1-O, y para financiar parte de los dominios de internet empleados por la Generalitat para promocionar el voto pro-independentista, según desveló ayer El Mundo. Según las investigaciones de la Guardia Civil, la Generalitat abonó a Amazon la infraestructura que utilizó para contabilizar los votos del referéndum y, a Google, el servicio por el denominado Proyect Privacy Shield, una herramienta que protege de ciberataques y que, en este caso, pudo emplearse como escudo para impedir el control de las autoridades. Para hacer uso de este último instrumento, los impulsores de la consulta ilegal del 1-O tuvieron que pedir permiso a la matriz de Google en Estados Unidos, que se la concedió.