El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado que negociara con el Govern encabezado por Carles Puigdemont para evitar aplicar finalmente el artículo 155 de la Constitución en Catalunya que suspendía su autonomía. "Ni quiero, ni puedo", ha defendido para reiterar que la soberanía nacional es innegociable.

En una entrevista en el periódico italiano 'La Repubblica' publicada en 'El País', el jefe del Ejecutivo ha enfatizado que el Gobierno ha tenido una "paciencia infinita" y ha reiterado que el Govern catalán podría haber evitado el 155 si hubiera dicho algo tan "simple" como que no había hecho una declaración de independencia. "Con esto habría bastado. No quiso y tal vez pensó que el Gobierno no actuaría, que no se defendería", ha alegado.

El presidente español ha defendido, en cualquier caso, la situación en Catalunya a día de hoy "ha mejorado, ciertamente" y existe "más tranquilidad" y se ha mostrado convencido de que después de los comicios autonómicos convocados para el próximo día 21 de diciembre "comenzará una fase de normalidad". "Espero que, en el próximo Parlamento, los que la defienden -la Constitución- sean mayoría respecto a los secesionistas. En todo caso, quien resulte elegido, sea quien sea, lo primero que tendrá que hacer será respetar la ley", ha señalado.

En cuanto a posibles concesiones postelectorales para recuperar la normalidad, Rajoy ha reiterado su disposición al diálogo, marcando como línea roja el respeto a la soberanía nacional: "España será lo que decidan todos los españoles, no solo una parte".

Dispuestos a hablar sobre la reforma

En esta misma línea, se ha mostrado abierto a negociar la reforma de la Constitución que defiende el PSOE. "Nunca me he opuesto abiertamente a una reforma de la Constitución de 1978. De hecho, se ha reformado en dos ocasiones con el apoyo de mi partido. Pero nadie ha hecho una propuesta clara sobre qué habría que cambiar. Se habla de reformar la Constitución, pero hasta ahora nadie ha dicho claramente cuál sería el objeto de esa reforma, así que son palabras vanas. Pero estoy dispuesto a dialogar. Formamos parte de la comisión y escucharemos las propuestas de quien quiera presentarlas. Hasta ahora no las ha habido", ha argumentado.

Ésta es la primera vez que habla Rajoy sobre un posible pacto con los socialistas para reformar la Carta Magna, después de que el Gobierno negara el acuerdo el pasado viernes.

Aplaude la respuesta europea

El presidente español se ha felicitado además de la respuesta que la Unión Europea ha tenido ante el desafío catalán. "La reacción de Europa ha sido ejemplar y le estoy agradecido porque ha hecho lo que tenía que hacer", ha argumentado Rajoy para defender que se trata de un problema "no solamente español, sino de toda Europa".

"El proceso independentista ataca los principios, los valores y los fundamentos mismos de la Unión Europea. El Estado de derecho, el respeto a la ley, la democracia, el respeto a las personas, son valores y principios básicos de la Unión. Y estos principios han sido puestos en cuestión directamente por parte de los independentistas catalanes. Pero, sobre todo, no se pueden infringir las Constituciones de los Estados miembros porque entonces se impondría la ley de la jungla, la ley del más fuerte, y los derechos de los ciudadanos ya no estarían garantizados", ha alegado.

Así, ha defendido que la "proyecto fundamental" para su Gobierno es el "proyecto europeo" y a él se podrá contribuir "mejor si seguimos juntos" que con proyecto independentista que han vendido como "una panacea para todos los males" pero que ha sido "una especie de fuente de infinitos problemas para los ciudadanos".

Preguntado por la presunta injerencia de Rusia durante el proceso independentista de Catalunya, Rajoy no ha descartado esta hipótesis, y señala que durante este tiempo "el 55% del tráfico en las redes sociales procedía de Rusia, el 30% de Venezuela y solo el 3% de las intervenciones sobre la cuestión catalana procedían de perfiles correspondientes a personas reales". "Ahora no quiero sacar conclusiones ni formular acusaciones, pero de todas formas es un fenómeno grave y real", afirma el presidente español, aunque no contempla que esas injerencias incidan en unas elecciones como las catalanas del 21 de diciembre.